Intratable

El Xenieze, que quedó comó líder del torneo, se adelantó 1 a 0 con un tanto de Bou. Pero el Millonario llegó al 2-1 a través de Driussi y Alario. En el segundo tiempo, dos goles del Apache y otro de Centurión pusieron el 4-2.

El «10» de Boca, en lo que pudo haber sido su último partido frente al clásico rival, marcó el gol de la victoria a los 36 minutos del segundo tiempo con un remate de calidad que se metió en el ángulo superior izquierdo. Previamente, a los 16′, había igualado el emotivo encuentro tras un error en la salida del arquero tras una asistencia de chilena de Bou, quien a los 13 minutos del primer tiempo había abierto el marcador.

Centurión, cerró el marcador a los 48′. Driussi, a los 33′ del primer tiempo, y Alario, a los 39′, convirtieron los goles de River, que con esta derrota llegará golpeado anímicamente a la final de la Copa Argentina que disputará el jueves ante Rosario Central en Córdoba.

En cambio a Boca esta victoria le permite trepar a la punta del campeonato y salvar un año en el que no pudo cumplir ninguno de los objetivos planteados al inicio de la temporada. River tiene revancha rápido pero también una cuenta pendiente en los clásicos por torneos locales, ya que la última vez que venció a Boca en su casa fue en el Apertura 2010 con gol de Maidana, quien regresó al equipo luego de una lesión muscular.

Boca cortó una serie de dos empates (0-0) en los Superclásicos, con un triunfo gigante por lo emotivo e intenso que fue el desarrollo del partido que lo pone como uno de los mejores de los últimos quince años. El «xeneize» arrancó mejor y abrió el marcador a través de Bou, quien remató cruzado dentro del área grande luego de una gran jugada de Tevez, que fue apenas un adelanto de lo influyente que fue después en el partido y en el resultado final.

En el mejor momento del equipo de los «mellizos», aún con un Gago sin peso ofensivo ni defensivo, River reaccionó de la mano de D’Alessandro, que sí jugó su último Superclásico, ya que a fin de año deberá retornar a Internacional, de Porto Alegre, que descendió a la segunda división del fútbol brasileño. D’Alessandro fue la manija del equipo, le ganó el duelo -y la espalda- a Gago, en uno de los duelos más interesantes que se daban en la previa.

En el gol de Driussi abrió, la fue a buscar y desde la línea de salida sacó el centro de derecha que Peruzzi rechazó para el medio y el goleador del torneo mandó al fondo del arco con una fuerte volea que dejó sin reacción al debutante Werner. Luego, en el tanto de Alario inició la jugada con un centro peligroso desde la derecha que luego terminó en los pies del paraguayo Moreira, quien colocó un pase preciso a la cabeza del santafesino, que a pesar del gol sigue peleado con el arco y lo demostró en la parte final con dos acciones que pudieron haber cambiado la historia.

Casualidad o no, el gol del empate de Tevez, tras un grave error de Batalla, llegó dos minutos después de la salida del «Cabezón», que fue ovacionado por la gente de River cuando fue reemplazado por Rossi y generó el enojo de Barros Schelotto en la demora para salir («tardé porque era mi despedida del Monumental», se justificó después D’alessandro). Cuando River lo tuvo para liquidar apareció Tevez en Boca y ya casi que no quedó tiempo para otro empate histórico 3-3 como aquel del cabezazo postrero del paraguayo Ayala el 24 de marzo de 1997.

Incluso, para más alegría, Centurión sentenció un resultado mentiroso que seguramente quedará en la historia. Boca también pudo dejar sin reacción a River en el primer tiempo, pero falló en la definición y permitió la remontada del equipo del «Muñeco».

En un Superclásico donde la atención estaba puesta en los jóvenes arqueros, fue Batalla el que falló en una jugada determinante y Werner, sin responsablidad en los goles, salió ileso. El técnico de River se la jugó y puso lo mejor para este Superclásico en la previa de una final que será la llave de acceso a la Copa Libertadores de América y el plan le salió mal, ya que además del desgaste físico llegará a un partido trascendental también golpeado psicológicamente.

Boca salvó un año olvidable de la mano de Tevez, quien puso en duda su continuidad en la previa del partido, que tampoco aclaró demasiado después, y ahora deberá buscar motivación en su amor por la camiseta para seguir en el club, ya que un inviable y largo torneo no opacará la tristeza de ver por TV su tan querida y ansiada Copa Libertadores en todo 2017.

Arbitro: Diego Abal.
Estadio: Monumental
River Plate: Batalla; Moreira, Maidana, Mina y Olivera; I. Fernández, Ponzio, G. Martínez y D’Alessandro; Driussi y Alario.
DT: Marcelo Gallardo.
Boca Juniors: Werner; Peruzzi, Vergini, Insaurralde y Fabra; P. Pérez, Gago y Bentancur; Tevez; Pavón y Bou.
DT: Guillermo Barros Schelotto.
Goles PT: 13m. Bou (B); 33m. Driussi
y 39m. Alario.
Goles ST: 16m. Tevez (B); 36m. Tevez (B) y 48m. Centurión (B).
Cambios ST: 14m. Rossi por D’Alessandro ; 21m. Centurión por Bou; 22m. Mora por Martínez; 29m. Andrade por Driussi ; 37m. S. Pérez por P. Pérez y 39m. Jara por Pavón.

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