Los días, las semanas y los años pasan y el destino se va configurando a medida que damos nuestros pasos. Hacemos nuestro destino y un poco el de los demás. Cada pequeña o grande elección que hacemos va dibujando delante nuestro diferentes posibilidades que podemos elegir.
Y esa elección, a la vez, genera varias opciones más. Si bien en lo que nos sucede podemos tener cierto control, el manejo de nuestro destino es finito. Es limitado. Lo que sí podemos manejar es la manera en el modo que nos tomamos lo que nos toca en suerte.
Si nos amigamos con nuestro presente, podemos hacer base y así tener "algo de control" en nuestra realidad. La aceptación es el primer paso, para luego abrazar el presente y así poder tomar la realidad de la mejor forma. Al hacerlo de esta manera, la persona se puede apoyar en lo positivo de la situación y así amigarse con su destino. Sentirse bien, es mucho más fácil de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede
www.propersalud.com
