Comer o no comer, esa es la cuestión

Tengo la fortuna de poder viajar por varios países dando mis coaching. Cuando toca el turno de dar las técnicas para adelgazar, además de enseñarlas, en el mismo coaching tengo reservado un momento para poder interactuar con los asistentes.

No importa en el país que me encuentre, la gran mayoría de las personas me relatan que ejecutan el mismo procedimiento: cuando quieren adelgazar lo primero que hacen es bajar la cantidad de comida de forma abrupta.
No saben que esa actitud, por más natural que parezca, es errónea y contraproducente para la salud. Pone al organismo fuera de la posibilidad de adelgazar y hace que comience a funcionar mal, dejando el campo propicio para que comiencen aparecer problemas que antes no había.

Y como el cuerpo y la mente van de la mano, el organismo al funcionar mal hace que la mente se estrese. La mente al estar desestabilizada y nerviosa hace que haya arrebatos donde la persona llega a tener atracones de comida.
Todos estos estados se vuelven un circulo vicioso que como consecuencia hacen que la persona sufra un efecto rebote y recupere el poco o mucho peso que descendió y hasta logra que se exceda hasta el extremo de terminar acumulando más kilos de los que antes tenía.

Hay tanta confusión que durante todo el día y todos los días de este proceso aparece la misma pregunta: comer o no comer?.

Lo primero que hay que entender (y convencerse) es que nuestro cuerpo y mente están preparados para recibir sólidos y líquidos para poder nutrirse y así desarrollar todas sus funciones de forma correcta. Si bien es algo obvio lo que estoy explicando, es un concepto que hay que reforzar.

Todo el mundo sabe que es así y casi todo el mundo lo primero que hace es quitar la comida de forma brusca y de forma desordenada. Es seguro que quien intente bajar de peso de esta forma se vaya a sentir mal en todo aspecto. El otro concepto que se debe reforzar es que se adelgaza comiendo.

Sí, como lo estas leyendo. Ahora bien, con esto no estoy diciendo que hay que comer más o que no hay que modificar la cantidad. Me refiero a que SIEMPRE hay que comer. Es lo mismo que se pretenda que un carro recorra una gran distancia con poca o con casi nada de gasolina en su tanque. Por ejemplo, alguien que no coma su desayuno, es muy probable que ayude a desarrollar la clásica “pancita”. Muchos la adjudican a la edad, pero no es así.

Es muy factible que el cuerpo al no tener la alimentación necesaria no pueda metabolizar de forma correcta y comience acumular grasa abdominal. Este ejemplo como muchos más los puedes encontrar en la redes.

Lo importante que cuando vayas a buscar ayuda a un profesional, debes ir con la idea de que debes comer lo necesario y hasta un punto para que puedas reunir tres cosas: descender de peso de forma sana y ordenada, bajar la cantidad y cambiar la calidad de los alimentos (pero de forma progresiva para que tu cuerpo y mente puedan seguir ejecutando sus funciones de forma normal y así no sufrir en el proceso) y por último comer hasta un punto que acompañe el descenso sin que tu paciencia se vea afectada en extremo y termines abandonando todo.

Si lo haces de forma correcta el cuerpo te va a responder y vas a poder adelgazar con alegría.  El sentirte y el verte bien es mucho más sencillo de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede

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Mentalista, motivador, hipnotizador.

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