Operativo Conurbano: el plan del Gobierno para saturarlo de obra pública antes de las elecciones

Macri y Vidal van a volcar 30.000 millones en más de 1.000 obras. La vuelta de las recorridas. Los anuncios “premium” de la gobernadora

Marcos Peña no anduvo con vueltas. «Armemos la campaña como si la economía no fuera a reactivar. Estamos convencidos de que va a ser así, pero a los sectores del conurbano es al último lugar donde se va a sentir».

La sinceridad del jefe de Gabinete -que en los últimos días mostró un endurecimiento poco habitual de su discurso- frente al grupo de intendentes del PRO del Conurbano bonaerense que lo visitaron hace poco más de una semana, el pasado jueves 16, desnuda la principal preocupación de la Casa Rosada de cara a las elecciones de medio término: la necesidad de concentrar recursos en los distritos más reacios al oficialismo en la provincia más trascendente en términos electorales.

En ese sentido, la Casa Rosada apuesta a la obra pública como el instrumento electoral más seductor para la campaña. Según el relevamiento que se hizo en base a fuentes oficiales, entre la Nación y la Provincia se van a volcar más de 29.000 millones de pesos en el Gran Buenos Aires en más de 1.100 obras, en su mayoría de vivienda, vialidad, agua y cloacas. Se suman a los 4.600 millones proyectados para el Metrobús y 9.000 millones de mejoras de pavimentación y recorridos de transporte público encarados por el Ministerio de Transporte, que conduce Guillermo Dietrich.

 Solo desde la provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Infraestructura que conduce Roberto Gigante tiene pautadas 325 obras por unos 8.680 millones de pesos, entre hidráulica, vialidad, agua y cloacas, arquitectura y vivienda y energía y gas, además de las obras en la cuenca del Reconquista. Hay, por ejemplo, 9.241 viviendas proyectadas de cara al año electoral, 40 obras en hospitales provinciales y 73 obras de vialidad. Y se le agregan 266 proyectos por casi 4.400 millones de pesos del Fondo de Infraestructura Municipal 2017 votado el año pasado por la Legislatura: más del 80 por ciento de esas obras corresponden a arquitectura y vialidad, dos rubros de fácil reconocimiento por los electores.

En el caso del Gobierno nacional, gran parte de la obra pública que el ministro Rogelio Frigerio espera acelerar durante la campaña está atravesada por AYSA, cuya inversión está estimada en unos 16.000 millones de pesos entre cloacas y agua potable. «En unos meses se van a chocar las topadoras en el Gran Buenos Aires», aseguraron, entusiasmados, en el entorno de Frigerio.

Son, en total, algo más de 570 obras para el Conurbano bonaerense, en su mayoría de agua y saneamiento y de vivienda y mejoramiento de hábitat, de las cuales casi 350 pertenecen a la tercera sección electoral, el corredor en la que tanto Mauricio Macri como María Eugenia Vidal tiene peor aceptación. En La Matanza, por ejemplo, el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, la imagen positiva del Presidente apenas supera el 20 por ciento.

En las últimas semanas, el macrismo había interrumpido las visitas al conurbano por el creciente malhumor social, azuzado por la crisis económica y el creciente conflicto docente. Solo las denominadas visitas «uno a uno», que Vidal realiza a los vecinos y que son pautadas de antemano a través de las redes sociales, no se interrumpieron en la agenda de la gobernadora. El último timbreo, el fin de semana pasado, no contó con las presencias ni de Macri ni de Vidal, ni de ningún ministro nacional: la orden de la Casa Rosada fue evitar el contacto por temor a eventuales reproches.

Recién el jueves pasado el Presidente y la mandataria volvieron al Conurbano con un acto en La Plata, en la presentación del SAME bonaerense y con la misma estética comunicacional de siempre. El del SAME es uno de los 15 lanzamientos «premium» que Vidal espera capitalizar en estas elecciones. Al menos ese fue el rótulo puesto por un encumbrado funcionario de la mesa chica provincial.

En los próximos dos meses, de hecho, está previsto que Vidal vuelva a fatigar el conurbano con anuncios rimbombantes, como el del SAME. Hace dos semanas, Macri y la mandataria habían relanzado el PROCREAR en Bella Vista, en San Miguel: hacía semanas que no se mostraban en la profundidad del Gran Buenos Aires. La última vez había sido en Quilmes. El PROCREAR, el lanzamiento de créditos hipotecarios de la semana pasada para seducir a los sectores medios y la reparación histórica a los jubilados: es parte de la estrategia oficial, sumada a la obra pública, para retomar la iniciativa y acelerar la reactivación económica y el consumo. En la Casa Rosada ya preparan un acto para anunciar que la reparación alcanzó a un millón de jubilados.

El impulso a la obra pública dominó gran parte del encuentro que hace poco más de una semana mantuvieron el jefe de Gabinete y su entorno, Frigerio y sus colaboradores y Vidal y su círculo más íntimo con los nueve intendentes del Conurbano bonaerense: Martiniano Molina (Quilmes), Gustavo Posse (San Isidro), Jorge Macri (Vicente López), Ramiro Tagliaferro (Morón), Néstor Grindetti (Lanús), Nicolás Ducoté (Pilar), Julio Garro (La Plata), Jaime Méndez (San Miguel) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).

Hubo reproches por la distancia entre la Casa Rosada y los municipios, quejas por la demora de las obras y airados reclamos por la avalancha de importaciones que impactan de lleno en las economías municipales. Apuntaron directamente contra el ministro Francisco Cabrera, el más criticado no solo por los propios: La Matanza, cuya industria está cooptada por las pymes en un 80 por ciento, en su mayoría textil y calzado, es un ejemplo. A propósito, la intendenta Verónica Magario empezó a ser impulsada como una opción en caso de que la postulante no sea Cristina Kirchner.

Al rol de Lucas Delfino, subsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, el Gobierno sumó a Natalia Zang -subsecretaria de Evaluación de Proyectos con Financiamiento Externo, una funcionaria de estricto perfil bajo y de extrema confianza del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana- como nexo con los intendentes para la canalización de reclamos y para acelerar la gestión, como había publicado este medio. Zang trabajó durante años como directora financiera de Farmacity y luego emigró como CEO a Jazmín Chebar hasta que fue convocada de nuevo por Quintana.

El Gobierno, sin embargo, también tuvo quejas, aunque por lo bajo: dicen que algunos intendentes que no promocionan las obras con el logo de Presidencia despistan al electorado. Pura estrategia K.

«Nosotros nunca medimos bien en el Conurbano, no entendemos la sorpresa. Aunque sí es cierto que bajamos desde que somos gobierno», explica uno de los funcionarios de la Jefatura de Gabinete que se encarga de medir mensualmente el humor social y que es consciente del impacto de la política económica de la Casa Rosada en lo más profundo del Gran Buenos Aires.

En estos días, el Gobierno volverá a procesar las nuevas mediciones. Tiene una a favor: la penetración de teléfonos es muy alta, de entre el 70 y el 80 por ciento, con excepción de Florencio Varela, donde apenas es del 40 por ciento.

 

GG

mm
Acerca de Semanario Argentino 13599 Articles
Periódico semanal argentino editado en Estados Unidos. Desde el 1ro. de Julio de 2002, Semanario Argentino informa y entretiene a los argentinos e hispanos del sur de la Florida, se distribuye los Martes desde Kendall hasta West Palm Beach

Sea el primero en comentar