Sitios de construcción son criaderos de mosquitos portadores de zika

Inspectores de mosquitos del condado Miami-Dade, fumigan casas y diferentes locaciones

El segundo boom de la construcción de Miami ha traído consigo una nueva preocupación aparte de la asequibilidad de la vivienda y de los precios inflados. Inspectores del Condado afirman que los sitios de construcción pueden hacer doble papel como criaderos de mosquitos portadores del virus del zika.

Chalmers Vásquez, jefe de control de mosquitos de Miami-Dade, recordó su inspección a un edificio en construcción de Miami Beach el año pasado. Sin paredes para protegerlos de los elementos, cada uno de los cinco pisos tenía alrededor de una pulgada de agua acumulada. Revoloteando encima de los charcos: mosquitos recién nacidos, en busca de alimento.

“Jamás en mi vida, en los más de 20 años que llevo haciendo control de mosquitos, he visto la cantidad de mosquitos que se estaban criando allí”, dijo. “Ellos estaban picando. Eran muy agresivos. Y tenían hambre”.

Vásquez dio su discurso el lunes ante funcionarios de las ciudades a modo de avance de lo que dijo será un esfuerzo más agresivo e informado por parte de Miami-Dade de combatir a un virus transmitido por los mosquitos que ha hecho de Miami el punto cero del terror del zika en la nación. El verano pasado, funcionarios federales de salud declararon la primera zona de transmisión de la nación en Wynwood y advirtieron a las embarazadas que no se acercaran.

El zika obligó a Miami-Dade a seguirle los pasos a la carrera sacando a la calle aparatos de detección, lidiando con los activistas en contra de los pesticidas y contratando cientos de inspectores y equipos de limpieza para acabar con los rincones de agua estancada donde se crían los mosquitos. El año pasado, por esta época, Miami-Dade usó trampas que contaban sólo los mosquitos genéricos de pantano, los cuales no transmiten el virus, en lugar de los dispositivos necesarios para rastrear al mosquito Aedes aegypti, la especie que sirve de vector al zika.

Vásquez dijo que el papel de los sitios de construcción en la propagación del zika fue asimismo algo de lo que el Condado se enteró “demasiado tarde”. Dijo que el sitio de construcción en Miami Beach fue vinculado al zika. Esa ciudad recibió varias advertencias acerca del zika entre agosto y diciembre.

Miami-Dade está tratando de conseguir la ayuda de todas las ciudades del Condado para que añadan los lugares de posible cría de mosquitos a la lista de cosas que los inspectores de cumplimiento de códigos tienen que estar al tanto, así como incluir las casas y edificios sin terminar a la lista de lugares a inspeccionar.

“Los sitios de construcción son criaderos importantes”, dijo Paul Mauriello, subdirector del departamento de Desechos Sólidos de Miami-Dade, a los funcionarios de las ciudades reunidos en una sala de conferencia en el Doral. “Eso es algo de lo que nos gustaría que ustedes se ocuparan”.

Truly Burton, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Constructores del Sur de la Florida (Builders Association of South Florida), dijo que su grupo se ha reunido con funcionarios del Condado y distribuido literatura sobre control de mosquitos a sus miembros. “Creo que ellos están tratando de ser exhaustivos”, dijo ella de la atención que está prestando Miami-Dade a los sitios de construcción. “Todo el mundo está haciendo lo que puede”.

Vásquez dijo que los trabajadores de construcción en un sitio de Brickell Avenue en Miami llegaron a ser diagnosticados con zika el año pasado. A pesar de eso, el área de Brickell nunca llegó a ser declarada zona de zika. Las pautas federales y estatales para declarar un lugar zona de transmisión exigen múltiples casos durante un período extendido de tiempo.

En su presentación, dijo que “los muros de Jersey” — las barreras plásticas que se usan a menudo como divisiones temporales entre las sendas de la calle — pueden ser consideradas lugares de cría de mosquitos debido a su capacidad para recoger agua de lluvia. En su lista están además los tachos de basura de la construcción, el pozo de los elevadores y las cubetas plásticas de cinco galones tan populares entre los contratistas.

Mostró fotos de un rascacielos en construcción en Brickell no identificado como ejemplo de la situación. “Hubo casos de zika asociados con ese lugar de construcción. Hubo trabajadores que salieron positivos en los exámenes”, dijo. “Ellos tenían cinco pozos de elevadores a los que tuvimos que dar tratamiento con regularidad hasta que sellaron el sitio de construcción”.

 

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