Enfocate en lo que creas, no en lo que quieras

Desde que nacemos naturalmente nos dividen entre hombres y mujeres y a medida que crecemos nos van enseñando lo que esta bien y esta mal dentro de la sociedad en la cual nos toco nacer, mientras que paralelamente también nos enseñan en que hay que creer y en lo que no hay que creer y esto se da durante toda nuestra niñez y gran parte de la adolescencia.

Por supuesto que no hay nada de malo en esto porque debemos tener una base para construir nuestra identidad y así poder mirar y pararnos frente al mundo. Sucede que estas sub divisiones se van incrementando aún más mientras se desarrolla nuestra vida.

Nos siguen dividiendo en creencias religiosas, políticas, países, ciudades, etnias, color de piel, tamaño, peso, oficio, jerarquías dentro del trabajo, escalas de éxito dependiendo nuestros logros y así puedo llenar varias páginas más de las divisiones a las cuales estamos sometidos diariamente.

Tantas sub divisiones hace que las elecciones que tomamos en nuestra vida diaria se vean afectadas, llegando a condicionar las elecciones más profundas que tienen que ver con quien queremos ser y hacia donde queremos llevar nuestra vida.

Cuando doy mis coaching en los países que visito son muchas las personas que se me acercan buscando herramientas que las ayude a llegar a sus objetivos. También son muchas las que descubren que sin darse cuenta iban detrás de cosas que no eran de su esencia.

Estas personas querían llegar a ese objetivo elegido pero siempre aparecía algo que les retrasaba o les impedía poder lograrlo. Sucede que corrían detrás de un “querer aprendido” y no iban a por algo en lo que realmente creían.

Esta sociedad que nos arrastra y como una corriente marina nos lleva de un lado a otro, hace que muchas personas se dejen de escuchar y es por eso que la visión que tienen de ellas mismas y qué es lo que quieren de esta vida la terminen tomando de afuera, de lo que les dice su entorno.

Y entre tanto enseñado y tantas divisiones, poco espacio queda para tomar decisiones con más libertad y así acercarse a lo que realmente son.

Lo bueno de esto es que por más velocidad que tenga la sociedad y por más condicionamiento con que esta los envuelva, el interior queda intacto.

Está ahí esperando a que hagan conexión con él. El hilo conductor que te puede iniciar el camino hacia allí es que cambies el paradigma enseñado para abrazar a uno nuevo: dejar de ir detrás de lo que quieres para ir en la búsqueda de lo que crees.

La segunda opción hace que el combustible para el motor que te impulsa a conseguir lo que quieras nunca se acabe.

Es en ese camino donde las excusas desaparecen y cada dificulta se transforma en una oportunidad para que aprendas y te fortalezca para así seguir adelante sin que cambies el rumbo.

La construcción de una idea en la cual crees es mucho más fuerte de una en la que quieres.

Porque esta última esta condicionada por lo aprendido de la sociedad en la que te toco nacer. Además, cuando crees en algo, es porque realmente e indiscutiblemente lo quieres.

El sentirte bien es mucho más fácil de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede

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Acerca de TUSAM 79 Articles
Mentalista, motivador, hipnotizador.

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