Redes sociales Vs. nuestra paz

Cuando era pequeño acompañaba a mis padres en sus viajes de trabajo. Mi padre daba sus shows de hipnosis y dictaba sus coachings (antes se usaba el término: conferencias) de adelgazar, dejar de fumar y control mental por toda América y Europa, llegando a Asia. Este estilo de vida traía grandes beneficios, y por supuesto, algunos  nconvenientes como por ejemplo, la poca vida social con chicos de mi edad y el alejamiento por varios meses de mis amigos.

En aquella época a la comunicación más rápida que podía aspirar era poder hablar unos pocos minutos por teléfono con algunos de ellos para ponernos al corriente. No había redes sociales, video llamadas ni siquiera internet. Hoy en día es otra cosa. Ahora estamos hiper conectados y las redes sociales ayudan a que estemos al corriente de lo que les pasa a nuestros amigos y familiares aún en la distancia. Pero estas herramientas afectaron nuestra conducta y por ende a la sociedad.

El mayor uso que se les da a las redes sociales es el de hablar de uno mismo. Esto es muy distinto a comunicarse con otros. Las personas reciben “me gustas” u otras “reacciones virtuales” a las cosas que comparten, como por ejemplo, escrituras, fotos y videos y esto llega a crear un círculo que puede ser contraproducente para la paz mental.

Porque con muy poco esfuerzo se logra reacciones en los demás y estas producen en la mente de la persona un efecto de placer y excitación.  Esta cadena de reacciones es muy parecida a la que se crea en las adicciones a las sustancias. Por supuesto es muy distinta pero el efecto de placer es similar y al ser tan inmediato por la hiper conectividad en la cual se vive, son muchas las personas que quedan atrapadas en este circuito de: compartir (hablando de ellos),
recibir una compensación, la mente siente placer y todo vuelve a empezar.

Si la reacción que provocan en los demás es poca se frustran y si es mucha se excitan aún más. Además a esto hay que agregarle otro parámetro: la velocidad. Así es que la consigna auto impuesta es lograr una gran cantidad de reacciones y en poco tiempo.

Parte de esta estructura, muchos lo llevan también a la comunicación con los otros. Como las redes sociales los lleva hablar de si mismos, cuando se quieren comunicar con otros no lo hacen muy claramente y además esperan que la contestación del otro sea de forma inmediata y si no lo es, se enojan y si además ven que lo otra persona vio el mensaje y no respondió al momento se ponen peor.

En este punto, son muchas las personas que están cercadas por este mal uso de las herramientas que hoy en día tenemos para estar comunicados.  Viven sus días con ansiedades innecesarias, sin escucharse con entre sí y tal vez rompiendo vínculos por una mala comunicación a través de las redes y en un “subi y baja” de frustración y excitación constante.

La única forma de cortar con esto es organizarse acortando los tiempos de conexión e ingresar a las redes en momentos del día específicos y no todo el día a cualquier momento. Y cuando te comunicas con otro; conectarte con el otro.  Dejar de ponerte en primer lugar, pensando que “te están” haciendo algo al no responderte y ponerte en lugar del otro. Tal vez sólo este ocupado o simplemente no quiere responder en ese momento. El sentirte bien es mucho más fácil de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede

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Acerca de TUSAM 79 Articles
Mentalista, motivador, hipnotizador.

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