Cacho el desconfiado

En uno de los tantos famosos cafetines de Buenos Aires se reúnen todas las semanas cuando sus agendas comerciales lo permiten, a media mañana, infaltablemente cinco amigos junto con el dueño del local, Cacho.
El común denominador de esas charlas es siempre el fútbol, porque con la política y la religión han probado alguna vez y la experiencia no fue la mejor, así que han determinado a esos dos temas como no tratables. La agenda de la semana era, ya coronado él Boca campeón, la clasificación final a la Copa Libertadores de los otros cuatro lugares disponibles.

Y claro que era para debatir, porque jugaban Lanús vs Independiente, Banfield vs Racing, Talleres vs San Lorenzo, además de Estudiantes vs Quilmes. Ya clasificado para la Libertadores, RIver, faltaban los otros dos lugares. Y la situación no era fácil. Era lunes y ya se sabia el resultado entre Banfield vs Racing en donde fue ganador La Academia llegando a 55 puntos. Pero esto no le bastaba a Racing como para clasificar dependía de otros resultados, dependía nada menos que Lanús no perdiera con Independiente, que también pugnaba por clasificar. También Racing podía depender de que los cuervos de Boedo no ganaran, con chances de clasificar o que en menor medida Quilmes ya descendido le ganara al pincharrata.

Con todo esto comenzó un gran debate, entre los cinco, más Cacho, que lo podríamos llamar modernamente el bar tender, para darle más onda a ese cafetín de la zona de Boedo. Lucho hincha de Racing dijo que era poco probable que Lanús le ganara a Independiente, teniendo en cuenta que si perdían dejaban afuera a Banfield su eterno rival, y que sabiendo eso Independiente iba a ir con todo, que solo tenía esperanzas que la T le empatara o ganara en Córdoba a los cuervos que venían de capa caída. Esto último, es decir cuando dijo “capa caída” hizo levantar un poco al siempre calmo, el Flaco Tino, el canillita del barrio, hincha fana del cuervo, tal es así que su kiosco esta pintado de azulgrana.

También la acalorada discusión hizo intervenir a los otros integrantes, y mientras más se acaloraba la cosa, y como si fuera un juez que con el martillito que pide silencio en la sala, alzó su vozarrón de gran fumador y mucho café, Cacho, y con sus palabras hizo callar al resto. La presencia del grandote siempre imponía respeto, a veces lo que decía no era comprobable, en alguna acertaba en otras no tanto pero él siempre se las arreglaba para hacer entender que lo que decía era cierto. Pero esta vez dijo, lo que el hincha de fútbol pasional, común, sospecha pero no quiere escuchar. Porque el hincha entiende una sola razón, la pasión por sus colores ese sentimiento genuino, lo demás, como si fuera mala palabra no se quiere admitir aunque a veces exista. Cacho dijo eso, lo que no se quiere escuchar, “Muchachos, esto está arreglado”.

Después de eso, un silencio de tumba de esos donde parece que el aire cortaba y en donde nadie se atrevía a contradecir a semejante vozarrón. Y entonces Cacho fundamentó su atrevidas palabras, diciendo que él tiene un primo que tiene un amigo en la AFA, dirigente del granate que le comentó que a la vez se había conectado con uno del rojo, y además que los cuervos se habían también conectado con los de la T y pagado también un resarcimiento a los cerveceros como para dejar clasificados tanto a los del rojo y a los cuervos. Claro que era de suponer porque estaban Banfield y Racing por clasificarse, y esos partidos citados era a los dos días, y daba para pensar ciertamente que como decía Cacho todo estaba arreglado.

Luego de esto, y ante tamaña afirmación, a la que todos aceptaban, incluso Lucho, el hincha de “Lacadé”, que disimulaba su bronca, se fueran apagando los comentarios. Y Cacho como para terminar dijo, pero “muchachos esto nunca se sabe, capaz que se arrepienten”. Algo que le enseño la vida a Cacho es a ser un poco desconfiado, además es también como dice el dicho es como Zapata sino la gana la empata. Se despidieron los amigos, algunos con pesar, y pactaron verse el miércoles.
Y así fue. Pero veamos si Cacho tenía razón Lanús e Independiente igualaron 1 a 1, hubo un penal para los rojos errado, antes perdían 1 a 0. Aquí Cacho fallo en su pronóstico. Luego la T y los cuervos empataron 1 a 1, iba ganando la T y a los 90 minutos empataron con un penal. Como era previsible y a pesar de ponerle mucha resistencia Quilmes le ganó a Estudiantes.

Conclusión, Racing y Banfield clasificaron, afuera quedaron San Lorenzo e Independiente, pero lo más fuerte fue, Cacho fallo en su pronóstico previo, parece que todo no estaba arreglado. El miércoles llego y los cinco amigos se encontraron, con un muy contento Lucho, y con otras caras que no lo estaban tanto. Sin embargo uno se preguntaba qué iba a decir Cacho.

Y el bullicio de los cinco otra vez, fue interrumpido por el vozarrón, y hubo un silencio no sólo de los cinco, sino de todo el bar. Y entonces Cacho dijo “vieron muchachos les dije, los jugadores se arrepintieron, pero estaba todo arreglado ehhh”, luego de eso una larga carcajada se escuchó incluso desde afuera ante la mirada sorprendente de los transeúntes que venía de aquel cafetín de Buenos Aires, llamado Don Cacho.

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Gerardo Lemmi es escritor y periodista deportivo.

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