Si usted le pregunta a dos personas, ¿en dónde vives?
Una responde: vivo en Miami, y la otra responde vivo en San José de Costa Rica, ¿cuál de ellas, supuestamente, vive en el mejor lugar o es más feliz? Si usted pudiese elegir en cual de esas dos ciudades vivir, ¿cuál sería? La respuesta podría parecer obvia, pero la realidad contradice a lo que la mayoría piensa o diría.
Un estudio realizado recientemente en Gran Bretaña, muestra que Costa Rica es el país con más habitantes felices en el mundo, seguido por la República Dominicana. El estudio se hizo entre 143 países y es un hecho real que merece ser analizado. El año pasado tuve la oportunidad de estar en Costa Rica haciendo una presentación, a mi regreso escribí mi columna semanal titulada “Costa Rica un país con un buen entorno social” Es gratificante saber que no soy el único que piensa así.
¿Cuál es la razón por la cual la mayoría de los costarricenses son más felices? Simplemente porque no viven confundidos como muchos de los latinos que habitan América Latina. Sin desear apuntar a matices políticos, en Costa Rica no hay un gobierno de izquierda, que los confunde y atrasa. Los costarricenses gozan de una total libertad de expresión, tienen trabajo gracias a que un gobierno se dio cuenta que países pequeños no necesitan mantener a un ejército que nunca irá a una guerra, y así, el 1 de diciembre de 1948 el general Figueres disolvió el ejército y vendió todas las propiedades que ellos tenían e invirtieron ese dinero para bienestar de su pueblo.
A eso hay que sumarle el dinero ahorrado cada año en salarios y gastos habituales de los ejércitos, que los pagan los ciudadanos y que Costa Rica destina a educación, vivienda, ayuda comunitaria, caminos, etc. Con todo esto es importante reconocer que se ha conseguido que un país pequeño y sin muchos recursos, sea la suiza de Centroamérica.
A los costarricenses no les vendieron esa propaganda que dice que los gringos los van a invadir (imperialismo estadounidense) y así el pueblo inconscientemente le echaría la culpa de sus problemas a EEUU; ellos fueron sumamente inteligentes en entender que de la manera que honestamente se distribuya lo poco o mucho que un país produce, determinará el futuro de sus ciudadanos.
Aun cuando Costa Rica no tiene ejercito, es un país más seguro que el resto de los países vecinos y me animo a decir que de muchos de Sudamérica, porque llegado el caso, prácticamente imposible de que deban ir a una guerra con un país limítrofe, tendrían apoyo de EE. UU., lo que significa una guerra ganada, sin gastar un peso del dinero de su pueblo.
Otra razón del resultado de esta encuesta es que la corrupción política a pesar de que puede que exista, debe de estar controlada porque tiene uno de los índices más bajos del continente. Todo esto hace que la gente viva en un entorno social y político sano que da como resultado un pueblo conforme y feliz. Algunos de ustedes, me han dicho en distintas oportunidades que yo no estoy para hablar de política. Como ciudadano ejerciendo su responsabilidad cívica, veo a la política como parte de la vida y cerrando los ojos y la boca, no se soluciona nada.
Si no abrimos los ojos y elegimos no participar, seguiremos viviendo confundidos y de una manera u otra, toda América Latina seguirá paulatinamente las huellas de Cuba y Venezuela, buscando un gobierno populista.
Toda persona de bien y con la dicha de tener una mente clara puede elegir informarse y opinar sobre lo que pasa en el mundo, especialmente en América Latina, porque lo que pase en Venezuela no les afecta sólo a los venezolanos, recuerde que su entorno es responsable de su futuro y Venezuela, Argentina, Colombia, Cuba, Bolivia, Nicaragua, entre otros, son sin duda su entorno geográfico.
Abramos la mente, seamos humildes y permitamos que nuestra mente analice si tal vez, por una cuestión poco clara, o por esa herencia de oído, que son esos hijos que siguen la política de sus padres, sin analizarla, estuvimos o estamos viviendo equivocados y necesitamos analizar la realidad y ver qué o quienes son los responsables reales de nuestras carencias.
Yo no pretendo tener la única verdad y no espero que cambie de opinión por lo que yo diga, sólo le sugiero que invierta tiempo en Internet leyendo e informándose de cómo viven los ciudadanos de los países con los que usted se identifica y luego, decida si debe seguir apoyando a políticos que serán responsables del futuro de sus familiares.
La moraleja de esta columna va un poco más allá de la parte política y es que debe entender y aceptar que no hace falta vivir en el país más rico del mundo, ni tener mucho dinero, para ser feliz, solo busque la armonía que su mente necesita y disfrute de su vida sin importar en donde vive. Hasta la próxima semana
Daniel Rutois
Motivador Financiero & Negociador
www.HispanoExitoso.com
