Cosquín Rock 2017: Pappo dijo presente y Carajo trajo la noche

La banda de Corvata calentó las tablas del escenario Heavy, después de que Pappo fuera homenajeado por Lovorne y Viticus. Juanse dio cátedra de rock y Rich Robinson puso una cuota de Rock sureño con varios clásicos de The Black Crowes.

CORDOBA 25 de febrero de 2017 - COSQUIN ROC CARAJO foto daniel caceres

Sin mediar palabras ni apelando a la demagogia, los Carajo arrancaron su set en el escenario Heavy desplegando todo su potencial, sin mezquinar la sensibilidad que le imprimen a sus catárticas canciones: cuando se para en las tablas, Corvata abandona su serenidad habitual para dejar piel y garganta en cada tema, apoyado sobre el groove nü metalero que edifican el tándem Tery Langer – Andrés Vilanova. Con una puesta de escena basada en proyecciones apocalípticas, profundizaron el mensaje de algunos de sus hits, como Chico granada y Sacate la mierda.

Más temprano, sobre el mismo escenario había sido invocado el espíritu del inmortal Pappo. Primero, durante el set de Lovorne, la banda que lidera Luciano Napolitano, se lo homenajeó con versiones de El viejo y Sucio y desprolijo. Luego, en el turno de Viticus, Vitico Bereciartúa invitó a Luciano y a Boff Serafine, para darle otra vida a inoxidables de Riff, como Sube a mi Voiture, Macadam 3, 2, 1, 0 y Susy Cadillac. En el día en el que se cumplieron los doce años de su muerte, el Carpo estuvo presente en el mayor encuentro del rock argentino.

Casi en simultáneo, Juanse dio el primero de sus tres shows en el espacio Ceremonia Geiser, hecho a su medida: dos cruces de neón le daban el marco «cristianísimo» que el ex cantante de Ratones Paranoicos lleva como bandera y cruz. Y junto a su banda (en la que se destacaron Gori, en guitarra, y Jean-Jacques Peyronel en bajo), dio cátedra de rocanrol con una colección de clásicos, palo y a la bolsa: empezando por la alegórica Ceremonia en el hall y pasando por diversas épocas paranoicas: Perrita, Damas negras, La nave (que derivó en una caliente zapada cocida a mid tempo) Colocado voy y Enlace, con la que se despidió hasta mañana.

En tanto, el escenario principal siguió convocando números rockeros que se identifican con el barrio y el barro. Con casi 20 mil personas en el predio, los shows de Gardelitos y La 25 fueron muy festejados por la tribu embanderada. Más temprano, Rich Robinson puso su cuota de rock sureño original recreando algunas de las canciones más icónicas de los Black Crowes, empezando por My Morning Song, subiendo la intensidad con Hotel Illness y rematando la faena con Jealous Again. En el grupo de Robinson participó Nico Bereciartúa, que con las últimas luces del sol del sábado inauguró La Casita del Blues, especialmente dedicado al género.

 

 

GG

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.