La futbolista que pasó de River a romperla en Boca

Camila Gómez Ares arrancó a jugar con sólo cuatro años en un club de Florida. A los 22, ya fue parte de los grandes y hasta la convocaron de la Selección Nacional.

Una apasionada del balón

Cuando uno desea algo, sólo debe luchar para conseguirlo. Camila Gómez Ares, vecina de Florida, siempre lo tuvo presente y gracias a su entrega y pasión, todos los fines de semana se calza los botines y sale a la cancha a defender su camiseta.

“Cuando nací me convertí en la compañera de aventuras de mi hermano, Ramiro. Jugábamos mucho al fútbol”, comenta. Y fue junto a él que dio sus primero pasos con la redonda entre los pies: “Empezamos a ir al Club Defensores de Florida, él a fútbol, mi hermana y yo a gimnasia, pero no quería saber nada. Antes de entrar me iba a jugar a la pelota con los chicos”, recuerda. Y continúa: “Con el tiempo mis papás lo entendieron y me apoyaron siempre. Tenía sólo cuatro años cuando arranqué a jugar, es mi verdadera pasión”.

Nunca sintió la diferencia con los hombres, era un grupo que se juntaba en el potrero a jugar sin distinción: “Los rivales a veces lo veían como algo raro pero no había diferencias”, asegura. Las trabas llegaron cuando Camila cumplió seis, la edad de los fichajes: “La Liga de Vicente López devolvió mi ficha porque era mujer”, señala. Su entornó se movilizó para que pudiera seguir jugando: “Mis papás y el DT hicieron una colecta de firmas, porque en el reglamento no se hacía diferencia de sexos”. Y así pudo jugar, pero sólo un año ya que la dirigencia cambió el reglamento.

Desconcertada, seguía yendo al club pero debía quedarse del otro lado del alambrado hasta que Susana, su mamá, encontró una liga mixta y la anotó en All Boys de Saavedra. Luego, River la incorporó con 16 años, pero actualmente defiende los colores de Boca: “El pase fue raro, aunque es común en el femenino, porque son pocos los equipos buenos y competitivos”, remarca.

Las alegrías siguieron llegando: “Ese año me citaron para la Selección y pude hacer todas las juveniles hasta llegar a la Absoluta (mayor)”, asegura. Pero el camino no es fácil: “En ningún momento la AFA nos dio la importancia que deberíamos tener. Estamos por obligación. Si me voy al exterior seguro podría vivir de ésto. El fútbol ahora es un negocio y en los hombres hay plata, que es lo que importa”, subraya Camila.

Aunque no vislumbra un cambio a corto plazo sostiene: “Quizás si hacemos alguna movida nos vean un poco más. Pero no creo que cambie. Nosotras tenemos que seguir entrenando de la mejor manera y estar siempre preparadas”.

 

GG

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.