Horas después de que Hubert Caouissin -ex cuñado de Pascal Troadec- confesara el asesinato de cuatro miembros de la familia Troadec en Francia, el fiscal de Nantes, Pierre Sennès, dio una esperada conferencia de prensa.
Más temprano, este lunes, el homicida había declarado ante el juez de instrucción. Dijo que actuó con la complicidad de su esposa, Lydia
Según el asesino confeso, la familia «fue descuartizada y parcialmente incinerada antes de ser enterrada«, señaló Sennès Troadec.
Caouissin -que podría ser condenado a cadena perpetua- fue a la casa de los Troadec para espiarlos. «Intentaba dar con las monedas de oro que sospechaba que su ex cuñado se había quedado sin derecho en una herencia familiar.»
Se metió en el garage «con un estetoscopio, para captar las conversaciones en el interior de la vivienda y se escondió hasta que pensó que todos estaban dormidos.»
Del garaje pasó a la casa, para buscar una llave que le daría acceso al «tesoro». Pero, alertado por un ruido, Pascal Troadec bajó de su habitación armado con la barra de hierro que terminaría siendo protagonista en las cuatro muertes.
En el forcejeo, Caouissin se la quitó y lo mató. Luego, hizo lo mismo con la esposa y sus dos hijos. El asesino manejó de vuelta hasta su casa y le contó todo a su ex esposa, Lydia, hermana del primero de los Troadec asesinados.
El día siguiente, por la noche, volvió a la escena del crimen para llevarse los cuerpos y borrar las huellas.
Usó el coche de Sébastien, un Peugeot 308 -que fue localizado por los investigadores cerca del puerto de Saint Nazaire a 30 kilómetros de la vivienda familiar-. Allí «plantó» el auto, para despistar a la Policía.
La hermana de Pascal Troadec podría ser condenada a tres años de cárcel por haber ayudado a Caouissin a borrar las huellas del crimen.
La Fiscalía de Nantes pidió la prisión preventiva para ambos.
«En los próximos días, queda por ver dónde están enterrados los cuerpos», concluyó el fiscal.
Aún no se sabe si el asesino encontró las monedas de oro y en los medios franceses se pone en duda si realmente existió tal tesoro.
Francia no sale de su asombro por el escalofriante final de los Troadec.
GG
