San Lorenzo perdió 1 a 0 frente a Atlético Paranaense en el estadio Pedro Bidegain y de esta manera sufrió su segunda caída consecutiva en el grupo 4 de la Copa Libertadores. El único tanto fue anotado por el argentino Luis González.
El duro cachetazo que había recibido la semana pasada en el Maracaná frente a Flamengo (0-4) forzaba al elenco dirigido por Diego Aguirre a sumar para que no comenzaran a resquebrajarse sus chances en una zona pareja y exigente. Para este encuentro el DT uruguayo recuperaba a Fernando Belluschi, uno de sus faros creativos, que fue suplente el sábado ante Belgrano por el certamen local y jugó apenas un puñado de minutos.
El público todavía se estaba acomodando en las poco pobladas tribunas del estadio cuando la visita dio la primera estocada: el lateral Sidcley trepó por la banda izquierda y despachó el centro que en el punto del penal conectó Lucho González, un hombre formado en Parque de los Patricios, para poner en ventaja justamente a un equipo apodado Furacão (Huracán).
Presionado por la prematura desventaja, el Ciclón se lanzó a la búsqueda del empate y tuvo dos chances con remates desde larga distancia, el primero de Nicolás Blandi y el segundo de Belluschi, ambos bien controlados por el arquero Weverton, quien eligió no complicarse con el balón mojado.
De todos modos, la búsqueda frontal de San Lorenzo ofrecía grietas en el fondo que los brasileños explotaron. Así, estuvieron cerca de ampliar su renta en el primer capítulo, pero ni Nikao, tras una asistencia de Jonathan, ni Lucho González, quien se metió al área combinando velocidad y gambeta, definieron con precisión.
En el complemento, Aguirre apostó por Rubén Botta (reemplazó al uruguayo Mathias Corujo) para darle más juego a su equipo y adelantó a Bautista Merlini, que casi un segundo delantero. Luego de un mejor arranque de Paranaense, el local fue inclinando la cancha contra la valla de Weverton.
San Lorenzo fue acumulando méritos para empardar, pero chocó contra la solvencia del guardameta brasileño, que se lo negó dos veces a Néstor Ortigoza, quien tuvo una tercera ocasión cuando Matías Caruzzo peinó en el primer palo y el medio centro del Ciclón no pudo empujar en el segundo.
La insistencia del local le otorgó un boleto inmejorable para canjear por ese grito que se le negaba. A los 29 al árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano entendió que había infracción en un contacto mínimo entre Sidcley y Ezequiel Cerutti en el área. Nicolás Blandi se hizo cargo del penal, pero su remate suave salió desviado contra el poste izquierdo.
Si bien fue la mejor, no fue la última que tuvo el Ciclón. En el último cuarto de hora, ya con Gonzalo Bergessio y Ezequiel Ávila en cancha, redobló la búsqueda, pero la gran tarea de Weverton y la imprecisión en el último toque sentenciaron la derrota.
Así, San Lorenzo no consiguió sumar en sus dos primeras presentaciones en el grupo que también integran Universidad Católica y Flamengo, por lo que la cuesta se torna cada vez más empinada.
GG
