Tras la marcha de apoyo, Macri busca relanzar su gestión con foco en el empleo

En el Gobierno había ayer euforia por el respaldo del sábado. En la previa del paro, el Presidente anunciará hoy un acuerdo con la construcción y preparan otros con textiles y calzado.

«Impresionante», «Emocionante». Mauricio Macri no escatimó adjetivos grandilocuentes ante ministros y colaboradores en el día después de la marcha a favor del Gobierno, considerada por el Presidente como un respaldo a su gestión y a la institucionalidad y a la vez una reacción contra las expresiones «desestabilizadoras» enunciadas en movilizaciones de las últimas semanas. «¿Cómo lo tomaron en la CGT?», preguntó Macri a uno de los integrantes del Gabinete, para estimar el grado de influencia de la marcha en el escenario previo al primer paro general a su gobierno, este jueves.

A esta altura sin intención ni posibilidades reales de desactivar la medida de fuerza, el Gobierno buscará quitarle fortaleza a partir de marcar un contraste con la marcha de sábado y con acciones esta semana, apuntadas a «reforzar el mensaje de diálogo» que cosechó respaldo y mostrar «movimiento» con la gestión. En esa línea se inscribirán la presentación esta mañana del acuerdo que procurará apuntalar la actividad de la construcción (ver pág.7) y del plan de 100 mil viviendas -con el objetivo de generar 100 mil empleos y $150 mil millones de inversión privada-, el lanzamiento de la segunda etapa del plan Procrear mañana y las reuniones ese mismo día con referentes de los sectores textiles y del calzado, dos de los más afectados.

«Ninguno puede bajarse del paro porque no quiere ser el que exprese el quiebre de la CGT, pero están muy divididos y la marcha los deja expuestos. Quedan con un posicionamiento distinto al de buena parte de la sociedad y mezclados con la oposición que la gente rechazó», dijo a Clarín uno de los integrantes del Gabinete que ayer analizó el escenario con el Presidente. Entre cierta euforia y el alivio provocado por la marcha en la Capital y ciudades del Interior, en el Gobierno también se encendió el entusiasmo por recuperar parte de la iniciativa y suavizar el impacto del paro con la presencia de Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y otros sindicalistas estos días en la Casa Rosada. «El respaldo también muestra que lo que plantean no es algo generalizado. Hay sectores con dificultades y están siendo atendidos», será otro argumento de la Casa Rosada, a partir de las medidas de asistencia que anunciará para el calzado y un proyecto de ley para los textiles.

La marcha de apoyo, de la que los funcionarios habían tomado distancia en la previa ante el riesgo de que naufragara, generó otro contraste fogoneado por el propio Presidente y el jefe de Gabinete, Marcos Peña: el carácter «espontáneo» de la manifestación del sábado y las movilizaciones organizadas. «De corazón, sin colectivos ni choripanes», lanzó Macri, lo que provocó la respuesta de Juan Carlos Schmid y otros dirigentes (ver aparte). Un alto funcionario reforzaba ayer esa posición con la mirada en las próximas protestas: «Ya no es un tema de cantidad, sino de cómo se hace una cosa y la otra». El argumento también será usado para intentar relativizar el impacto del paro, aun si «no vuela ni una mosca» como anticiparon sus impulsores.

Animado por el aire que tomó el sábado, el Gobierno buscará a su vez reforzar la idea de una gestión «en marcha» con obras consideradas «emblemáticas» por los funcionarios. Rogelio Frigerio -ministro del Interior- recorrerá hoy las obras en la planta de AySA de Dock Sud, que dará cloacas a más de cinco millones de personas en 2021, con una inversión de 1.200 millones de dólares. Macri encabezará allí un acto durante la campaña y también visitará construcciones y mantendrá conversaciones con beneficiarios del plan Procrear.

El macrismo intentará también salir de la incomodidad por las internas entre Nación y Ciudad por las diferencias sobre las posturas para frenar los cortes de calles, que se multiplicaron durante marzo. Horacio Rodríguez Larreta presentará mañana un «Plan de Seguridad Integral» que tendrá su capítulo para los piquetes, con medidas puntuales para «ordenar el problema en forma gradual», adelantaron cerca del jefe de Gobierno porteño, ante la dificultad de disipar la conflictividad social en un escenario de altos niveles de pobreza e indigencia y la demora en la recuperación de la economía. Las consignas contra los bloqueos se repitieron durante la marcha del sábado.

El resultado de la convocatoria, que superó las expectativas de los propios funcionarios, también generó un entusiasmo en el Gobierno que alcanzó a la estrategia para la disputa electoral. Algunos ya se pronunciaron a favor de mantener «Vamos Juntos» y «Sí, se puede» como marcas para la campaña, luego de percibir en las redes sociales y en los testimonios de la marcha la ponderación a esas consignas. «La gente se expresó en defensa de valores, de una forma de ver el país y de este proceso de cambio. Se resume mucho en ese ‘sí, se puede’. Y cuando decimos esta idea de ‘Juntos», lo creemos», había dicho Peña la misma noche del sábado. En el Gobierno también evaluaron que la manifestación cristaliza la polarización con el kirchnerismo, con una ventaja extra según estimaron: otros sectores del electorado, como los de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, quedarán «más cerca» de Cambiemos al profundizarse la confrontación. Esos dos dirigentes no se pronunciaron ayer sobre la marcha.

 

GG

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.