El fin de la carrera profesional suele ser un hecho trascendental para los deportistas. Para muchos es simplemente un paso necesario, una instancia a la que ansían llegar cuando están cansados de los entrenamientos, las concentraciones, los viajes y la exigencia de conseguir resultados. Sin embargo, para otros, se trata de un momento de angustia por la incertidumbre respecto del futuro.
Para evitar que ese paso de ser un profesional a un ex deportista sea traumático, la NBA ha puesto en marcha un programa llamado «Career crossover», por el cual los jugadores veteranos tienen la chance de hacer pasantías no rentadas en importantes empresas.
A pesar de que muchos han ganado millones y de que no tienen la necesidad económica de conseguir un nuevo trabajo, la enorme cantidad de tiempo libre y el valor de sentirse aún productivo exigen incursionar en alguna actividad, sea esta lucrativa o no. Sin embargo, no son pocos los casos de estrellas que han dilapidado sus fortunas por los malos negocios o los excesivos gastos suntuosos, y nunca está de más encontrar una nueva veta para generar recursos.
Al retirarse, muchas figuras optan por seguir ligadas al deporte: se convierten en entrenadores, managers de equipos o representantes de jugadores. En este caso, lo que la NBA ofrece a los basquetbolistas que están cerca del fin de sus carreras es la posibilidad de correrse de esos lugares comunes para incursionar en otro tipo de ámbitos laborales y para aprender cómo desenvolverse ante situaciones nuevas.
Negocios inmobiliarios, empresas de tecnología o de internet y multimedios son algunos de los espacios en los que, desde el 2011, las estrellas de la NBA realizan sus trabajos temporarios. La Liga de basquet más importante del mundo ha establecido lazos con compañías de diversos sectores para que los jugadores puedan tener la chance de evaluar una «segunda carrera».
El convenio da un beneficio mutuo a las empresas y a los deportistas: los jugadores tienen la posibilidad de descubrir nuevas habilidades para ser competitivos en otros ámbitos, en tanto que las compañías aprovechan las virtudes que estos han adquirido en sus carreras profesionales, como la capacidad de trabajar en equipo y el manejo de la presión, entre otras
Dahntay Jones (Cleveland Cavaliers) pasó por la empresa de bienes raíces Douglas Elliman, en tanto que Hollis Thompson (New Orleans Pelicans) hizo su pasantía en la reconocida compañía de videojuegos 2K. Otros como Ryan Hollins (ex Memphis Grizzlies) y Al-Farouq Aminu (Portland Blazers) tuvieron su chance en Facebook, mientras que C.J. Watson (Orlando Magic) y Wilson Chandler (Denver Nuggets) trabajaron en Google.
En la actualidad, el argentino Luis Scola es parte de una nueva edición de «Career crossover». El ala pívot fue desafectado en marzo de los Brooklyn Nets y, por el momento, se encuentra sin equipo. Ante esta falta de actividad deportiva, el símbolo de la selección argentina optó por sumarse a esta iniciativa de la NBA.
Con look renovado – el pelo corto- y de estricta camisa y pantalón de vestir, «Luifa», de 37 años, hizo su pasantía en la cadena de televisión Turner, junto a C.J. Watson (en su segunda participación en el programa) y Chasson Randle (New York Knicks).
«Una de nuestras máximas prioridades para el desarrollo de los jugadores es hablar de manera temprana y recurrente sobre la importancia de pensar qué van a hacer después de que la pelota deje de rebotar y la carrera esté terminada», dijo Greg Taylor, vicepresidente senior del área de desarrollo de jugadores de la NBA, en una entrevista a VICE Sports.
Con la iniciativa de «Career crossover», la NBA apuesta a darles opciones a los basquetbolistas en un momento crucial de su vida. Los días o semanas que los jugadores pasan en las compañías y los puestos que se les asignan, los cuales son seleccionados en base a sus intereses e inquietudes personales, tienen como finalidad que aprendan aspectos claves de los negocios y que, tal vez, encuentren un nuevo mundo en el cual también logren desarrollarse con éxito.
GG
