Marcha contra el 2×1: “La ley del Congreso nos llena de esperanza”, dijo Carlotto

Participaron organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicatos y partidos políticos. El acto central se realizó en la Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini no concurrió

La titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, la integrante de la misma entidad, Taty Almeida, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, leyeron un comunicado en conjunto en el acto en Plaza de Mayo contra el fallo de la Corte Suprema que benefició con el 2×1 al represor Luis Muiña. «La sociedad reaccionó frente a un fallo antidemocrático y pro dictadura», dijeron.

«Estamos acá celebrando porque lo logramos. Una vez más se demuestra que el pueblo unido jamás será vencido», vivó al comienzo Almeida y agradeció a una textil que donó 30 mil pañuelos para la marcha. «Hubo mucha gente en redes sociales que nos preguntaba si traían pañuelo y se lo ponían en la cabeza en un determinado momento y las madres dijimos por qué no. El pañuelo es también el símbolo de los 30 mil. El pañuelo es lucha que no afloja que seguiremos adelante».

«Decimos nunca más, nunca más impunidad, nunca más torturadores, violadores y apropiadores de niños. Nunca más privilegios para criminales de lesa humanidad, nunca más genocidas sueltos, nunca más el silencio», agregó.

En cuanto al «vergonzoso» fallo, dijo que «hay que recordarlo, hay que tener memoria». «Esa decisión fue tomada por Horacio Rosatti, Carlos Rosencratz y Elena Highton de Nolasco. El 2×1 sólo estuvo vigente entre 1994 y 2001 y nació como una necesidad para descomprimir cárceles superpobladas de personas sin sentencia por demoras en la justicia».

A su turno, Cortiñas dijo que «los delitos de lesa humanidad no son delitos comunes, no son amnistiables». «La Corte Interamericana de Derechos Humanos niega la posibilidad de aplicar beneficios a estos crímenes como señalaron Lorenzetti y Maqueda en el fallo».


«Los genocidas siguen sin confesar el destino de hijos e hijas mientras que aproximadamente 300 hombres y mujeres viven bajo una identidad falsa. La Corte Suprema quiere soltar al Tigre Acosta, a Astiz, famoso por desaparecer a madres de plaza de mayo y a las monjas francesas; a Miguel Etchecolatz, mano derecha de Camps, asesino de la noche de los lápices y partícipe de la desaparición de Jorge Julio López; al capellán Christian Von Wernich nunca expulsado de la iglesia católica. También pretende liberar a cientos genocidas que caminarían por las calles al lado nuestro, al lado de todos», continuó.

 

GG

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.