Mentir, robar, comprar y volver a mentir

El kirchnerismo fue tan básico que podríamos definir toda su esencia en un solo párrafo, y de muy pocas palabras: Mintieron para poder robar, robaron para poder comprar, especialmente voluntades, y vuelven a mentir “negando todo lo anterior”. Solo quienes no quieren ver no ven lo que el kirchnerismo se robó.

Lo vimos todos y en más de una oportunidad, como cuando vimos al hijo del socio de Cristina contando millones de euros. Vimos a López revoleando bolsos con dólares en un monasterio. Vimos las cajas de seguridad de Florencia con millones de dólares que no puede justificar, y vimos a Néstor diciendo “tengo 600 millones de pesos (dólares) y abrazando una caja fuerte al grito de “¡Éxtasis!”.

Y como si todo eso fuese insuficiente, vimos las cientos de propiedades de Lázaro, que es Kirchner, y de decenas de ex funcionarios K que no pueden justificar, desde Luís D`Elía hasta Milani, pasando por De Vido, Jaime y muchos más, como Rudy Ulloa y Ricardo Barreiro, cadete y jardinero respectivamente, de Néstor, ambos convertidos en empresarios millonarios. Hasta vimos a secuaces Milagro Sala retirar millones de pesos de la ventanilla de un banco con total impunidad.

Un párrafo aparte merece Cristobal López. Todos vimos como este personaje se convirtió, gracias a los Kirchner, en mega multimillonario con diversos tipos de negocios, y de distintos rubros, como hoteles, medios de comunicación, petróleo, obra pública y, fundamentalmente, casinos.

Evidentemente, llevan la vocación de robar en el ADN. Curiosamente, en todas las elecciones se robaron boletas. ¿Por que será que nunca, jamás, el kirchnerismo/peronismo se queja por el robo de boletas? ¿Por que será que los únicos que sistemáticamente se oponen a la boleta única son los kirneristas/peronistas?

Y el saqueo, el “gran robo”, no comenzó con Néstor Presidente, sino mucho antes. ¿Alguien puede responder cuantos son, y dónde están, los fondos de Santa Cruz? Los ya emblemáticos fondos de Santa Cruz son el primer gran robo del kirchnerismo, y lo hizo Néstor Kirchner cuando era gobernador. Un claro avance de lo que vendría después. Dicho esto en otras palabras, antes de empezar con el “gran saqueo”, Néstor ya había robado 600 millones de dólares. No solo eso robaron. Robaron hasta a los pobres; pero a los más humildes, a esos que dicen defender, el kirnerismo no les robó plata. Fue algo peor.

Les robaron la dignidad, además de la oportunidad de dejar de ser pobres.
Y el caso más lamentable, el peor, es el robo de “Sueños Compartidos”, porque además de hacer desaparecer cientos de millones de pesos, usaron a gente humilde, los estafaron, les robaron las esperanzas, la ilusión.
Mintieron y robaron, robaron para comprar, especialmente voluntades, desde periodistas hasta medios y multimedios, extorsionando incluso. Y compraron gente, pagándoles para que hagan número en sus actos, en los que volverían a mentir.

¿O acaso no mintieron descaradamente cuando sin ruborizarse Aníbal Fernández dijo que en Alemania había más pobres que en Argentina, o cuando Cristina dijo que la economía argentina estaba mejor que las de Canadá y Australia?

Eso, y mucho más se robó el kirchnerismo en el poder. Pero ahora, todavía hoy, el kirchnerismo nos está robando la vida. Los comandos K sabotean organismos públicos y toman dependencias estatales. Y lo más grave es que los sindicatos kirchneristas y los que no lo son pretenden desgastar al gobierno para poder seguir robando, ahora la vida de nuestros hijos. Dejaron un país que social y culturalmente está barranca abajo. Hicieron y deshicieron todo lo que quisieron a su antojo, ya sea desde usar un avión oficial para pasear o la cadena nacional para hacer campaña. Hasta modificaron la Ley de radio difusión para perjudicar a un medio que no quiso apoyarlos cuando quisieron imponer la ley de retenciones (la 125/08) a las exportaciones de granos para perjudicar a los productores agropecuarios.

Dejaron el sistema sanitario y la educación pública en condiciones lamentables, mientras inauguraban hospitales y escuelas -en muchos casos hasta cuatro veces la misma obra- que no funcionaban, y dejaron la peor crisis energética que hayamos padecido. Y lo peor de lo peor. Índices de delincuencia inimaginables, producto del geométrico crecimiento del narcotráfico, como nunca vivimos en la historia, pero para ellos solo era “una sensación” o un invento de los medios “egemónicos dominantes”. El saqueo material, fue criminal. Pero el daño que causaron en un sector de la sociedad, el odio que engendraron, costará décadas erradicar. Mientras tanto, con las fortunas que robaron todavía siguen comprando voluntades y siguen mintiendo, para poder seguir robando negando todo lo anterior.

Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.