Continúa el paro en la línea 60 y se complica el viaje de 250 mil usuarios

Es en reclamo de mejores condiciones de seguridad en las cabeceras. El tren Mitre y los colectivos que llegan a zona Norte se recargan de pasajeros.

La medida de fuerza que los trabajadores de la línea 60 pusieron en marcha ayer a la tarde mantiene paralizado el servicio, y genera importantes complicaciones en el viaje de los 250 mil usuarios que la utilizan a diario.

Involuntariamente acostumbrados a estos cortes en el funcionamiento de la línea, que une Capital Federal con Tigre y Escobar a través de 19 ramales, los pasajeros se alistan para moverse en otros medios de transporte y líneas alternativas. Aunque al trastorno, al tiempo extra para hacer un mismo trayecto, y en algunos casos la necesidad de acudir a un taxi o un remis para completar el recorrido es algo a lo que no quieren tomar como rutina.

El paro, por tiempo indeterminado, es en reclamo de mejoras en las condiciones de seguridad en las cabeceras. El cuerpo de delegados informó en un comunicado que el cese seguirá hasta que la empresa solucione las falencias de seguridad.

«Venimos haciendo denuncias desde antes y después de la muerte de nuestro compañero, el mecánico David Ramallo, que en septiembre del año pasado murió aplastado por un colectivo en la cabecera de Barracas», explicó el delegado Néstor Marcolín.

La medida fue votada en asamblea después de que la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y el Ministerio de Trabajo constataran las irregularidades en las cabeceras.

Según recordó Marcolín, en ese entonces la SRT detectó 75 puntos que la empresa no cumple en materia de seguridad, como falta de descargas a tierra de la instalación eléctrica o derrames durante la carga de gasoil.

«Esta vez la Superintendencia corroboró que el Grupo Dota no hizo nada y siguen las mismas irregularidades. Mientras, la cabecera de Maschwitz está saturada y también tiene falencias. Alguna autoridad tiene que venir a dar una respuesta», dijo el delegado.

«No podemos trabajar porque corre riesgo la vida de los demás compañeros. No se trata de un capricho de los trabajadores o de la UTA. Mientras discutimos seguridad para los compañeros, la empresa discute subsidios», disparó esta mañana el delegado Mario Molina desde la terminal de Barracas.

Muy cerca de allí, en Constitución, se sentían los coletazos de la falta de servicio de la 60, con miles de usuarios recargando otras líneas de colectivo. Panorama similar se vivió, tanto ayer a la tarde para el regreso a casa, como esta mañana para llegar hasta los puestos de trabajo, en la Línea Mitre que llega desde zona Norte. 

La empresa transportista, por su parte, calificó la medida como «arbitraria e injustificada» ya que, según explicó, «se realizaron inspecciones del Ministerio de trabajo en las terminales de Barracas y en la de Ingeniero Maschwitz».

 

GG

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.