Entre Mozart y el Pibe Chorro

La noticia llegó desde Gran Bretaña: “Según un informe confidencial del ministerio británico del Interior, se puede observar la tendencia a delinquir de una persona a partir de los tres años y, así, vigilar su comportamiento”.

El estudio, afirma que una conducta agresiva en la guardería o la existencia de antecedentes penales en la familia del pibe, permitirían detectar a un futuro delincuente.

En consecuencia, propone establecer clases para los padres y acciones especiales para estos niños “descontrolados”, con el fin de tenerlos…”controlados”. Entre ellas, sugiere la utilización de técnicas “suaves”, como la lectura y el lenguaje.

Cuando uno termina de leer lo que la prensa británica dio a conocer, lo primero que piensa es en el “Adolfo”. No, Rodríguez Saá, no, “Hitler”. De repente, todas las prácticas ejercidas por el nazismo con el fin de “mejorar la raza”, toman cuerpo presente.

Lo paradójico es que, la pretensión de establecerlas, es llevada adelante -so pretexto de controlar las conductas antisociales- por uno de los principales países “democráticos” encargados de vencer al nazismo y sus prácticas durante la II gran guerra(fue grande, no mundial).

Después, uno piensa en un grupo de pibitos de 0 a 3 años mientras son contemplados con el objeto de ver cuál de ellos será un futuro “Pibe chorro” y se pregunta ¿cómo harán para implementar la lectura y el lenguaje en quienes, ni saben leer, y apenas hablan? Porque, convengamos, que si un “purrete” incluido en ese grupo etáreo es un “Daniel el terrible” pero lee de corrido, más que pensar que será chorro, pensaré en un futuro genio.

Aunque, dejándome guiar por el pensamiento de quienes hicieron el informe, deberé suponer que es un ardid utilizado por el pibito con el fin de despistarme. Por lo cual, no sólo estaré frente a un futuro delincuente sino que, además, ante un probable líder pandillero.

En este “orden anglosajón”, uno puede imaginar las futuras visitas al obstetra. Entre los estudios a realizar, además de los genéticos, los futuros papás deberán presentar el certificado de buena conducta de ellos, de los abuelos, los tíos, los primos y los primos segundos.

Además, al momento de inscribirlo en el registro civil, como han pasado 9 meses, dichos certificados deberán ser actualizados, no sea cosa que algún pariente haya delinquido. Más adelante, cuando el bebé ingrese a la guardería, en su ficha, junto a los certificados de vacunación y demás datos, figurarán los antecedentes policiales o no, de su familia.

De este modo, en caso de existir y aunque el bebé sea más bueno que “Lassie”, los encargados de “cuidarlo” podrán estar atentos a cualquier desliz de ese probable “psycho killer”. ¿Qué harán los cuidadores de ese nene de 0 a 3 años, impedido de comunicarse como un adulto, cuando pierda el “control” y llore de dolor porque está a punto de “hacer” una otitis?¿Leerle un libro?

De ser así, uno puede imaginar a los encargados de la guardería preguntándose: “che, el pibe nuevo está “descontrolado”, qué hago”, “Fijate en la ficha, me parece que un tío abuelo robó una gallina. Leele el cuento del “zorro arrepentido”, “Cuál, ese en el que el zorro le pide perdón al gallo, antes de dejarse atrapar por una jauría de galgos y se lo morfen”, “Sí, ese. De paso le agarra fobia al pollo y lo hacemos vegetariano”.

Mientras pienso en picar un poco de ajo y perejil para hacerme un pollito de granja a la provenzal recuerdo la angustia y la pobreza de los obreros ingleses, tan bien retratada por su cine social, en películas como “Full Monty” o “Soplando en el viento”. Ellas daban cuenta de las consecuencias de las políticas neo-liberales de la “Tatcher” que dejaron sin empleo a miles de obreras y obreros ingleses.

¿Se le habrá ocurrido al gobierno inglés intentar detectar en las guarderías a futuros gobernantes como la “dama de hierro”? Seguramente no. Además, ordenar el hundimiento de un crucero enemigo que esta fuera del área de combate matando a cientos de inocentes, no es considerado antisocial, es una decisión política. Y, como es sabido, aunque estas provoquen el sumir en la pobreza a cientos de miles de compatriotas o masacrar cientos de inocentes, jamás serán considerados delincuentes: entre bomberos…

Lo cierto, es que el estudio devela una mirada que han instalado quienes gobiernan: todos aquellos que no forman parte del “poder”, sin importar su nacionalidad, son considerados sospechosos. Hay un “orden” establecido. Si te gusta, bien. Si no, te darán a leer el “Zorro arrepentido”.

Esto no sería lo peor. Lo peor, si vale el término, es que esta mirada “controla” a la política hasta vaciarla de sentido. Ya no se piensan-sueñan, políticas que generen un mundo mejor para todos. Primero se piensa en los que detentan el poder. Después, en seguir detentándolo.

En el capítulo final de “Tierra de Hombres”, Antoine de Saint-Exupery relata un viaje en tren y su paseo nocturno por los vagones de segunda.

En estos, cientos de obreros polacos regresaban a su tierra natal movidos por los avatares del “mercado”. De repente, en medio de un matrimonio de obreros, su hijo, de unos cinco años, dormía. Al verlo, Saint-Exupery dice para sí, “He aquí a Mozart niño. Cuidado, protegido, qué no podría llegar a ser”. Luego, el autor de “El Principito” reflexiona, “Cuando en los jardines aparece una rosa nueva, los jardineros la protegen, la cuidan. Pero los hombres, no tenemos jardinero. Lo que me preocupa, no es esta miseria. Es que un poco, en cada uno de los hombres y mujeres, Mozart, es asesinado”.

Me resisto a dejar de ver a un pibe como lo que es, una promesa de vida. Por qué pensar en el “Pibe Chorro”, si se puede pensar en Mozart.

N del A: ante el intento del gobierno, para bajar la edad de in-imputabilidad penal de los menores, escribí esta nota.

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Acerca de Ricky Veiga 52 Articles
Escritor, guionista, productor de Radio y TV.

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