El desierto de Atacama en Chile fue el escenario de uno de los récords del mundo más espectaculares sobre dos ruedas. El ciclista austríaco Markus Stöckl rompió la marca mundial de velocidad en descenso con una bicicleta de montaña, registro que él mismo poseía.
Stockl llegó a alcanzar los 167 kilómetros por hora al descender desde una cumbre a 4000 metros, con un desnivel de 45 grados. El trayecto solo duró 11 segundos.
Max, como es conocido, utilizó un traje especial con airbag, similar al que emplean los corredores de esquí y los saltadores. El casco lo fabricó el mismo. A la bici no se le añadió ni quitó nada para hacerla más rápida.
LF