Recuerdo a mis abuelos responder -”bien, muy bien”- a la pregunta -”como están?”-. Por supuesto que algunas veces la respuesta era algo protocolar pero en aquellos tiempos, realmente existían más momentos que permitían que las personas estuvieran bien, más allá de algún problema que lógicamente la vida presenta.
Habían más espacios donde los problemas quedaban afuera. Hoy en día, el estar bien se convirtió en una ocupación obligada. Si la persona no se ocupa en estar bien, la violencia que devuelve la sociedad termina ganando.
Si a esto le agregamos las ansiedades que producen algunos alimentos que hoy en día se consumen más, la hiper conectividad y tantas otras cosas, el “estar bien” se convierte en un trabajo obligatorio y diario. La paciencia, que tiene como base el estado de ánimo y esta a la vez es movida y afectada por el medio ambiente social y todos sus agregados que arriba mencioné, se vuelve frágil y se rompe varias veces al día.
La paciencia al ser golpeada desde su base se vuelve casi inexistente en varias áreas de la vida. Las personas dejan de ser tolerantes con sus parejas, en el trabajo, en el cumplimiento de una dieta, en la constancia en ir al gimnasio, en hacer alguna técnica para dejar de fumar y en tantas otras cosas. Esto me hace recordar al “Increíble Hulk”, mi comic preferido.
El doctor Bruce Banner vive sus días controlando su temperamento para no dejar salir a la “bestia verde”. En las últimas versiones, se lo ve a Banner con un reloj que le mide las pulsaciones y así él puede estar atento a bajarlas si es necesario para que no se desate un desastre.
Son muchos los que por el sistema de vida que llevan viven en constante estado de “posible explosión”. Por supuesto que en algún momento “explotan” y terminan rompiendo lo que las rodea.
Si a esta problemática le aplicas un método de control mental, meditación, yoga o algo para calmar tu nerviosismo, va a ser muy positivo pero no va a ser la solución definitiva.
Cuando las personas vienen a mis coachings sobre estos temas, lo primero que les enseño es que todo cambio interior debe venir indefectiblemente con un cambio exterior.
Por eso además de la herramienta que les brindo, también les hago tener conciencia de lo que las rodea.
Si todo el tiempo te expones a situaciones que producen ansiedades innecesarias es muy posible que no salgas del círculo vicioso de la inestabilidad y vivas con la paciencia quebrándose constantemente, más allá del confort que puedas encontrar en alguna técnica de relajación o control.
Es importante que te conectes contigo para saber qué cosas te ponen mal y en estado de nerviosismo.
Haciendo esto podrás ordenarte diferente y lograrás transitar esas situaciones estresantes, que no puedes eludir por compromisos tomados, y hacer como el Doctor Bruce Banner; respirar profundo, realizar un conteo mental para luego, con mayor tranquilidad, puedas elegir cómo reaccionar. Estos pasos te llevarán a que el “Increíble Hulk” que llevas dentro no salga y no rompa tu paciencia.
El sentirte bien es más sencillo de lo que crees. Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede
