Los argentinos somos reconocidos por nuestro ingenio. Nuestra gran improvisación para salir de situaciones complicadas. Con pocos recursos hacemos maravillas. Inventos de personas reconocidas a nivel mundial, por ejemplo tenemos al creador de la Birome.
En materia futbolística ni hablar, surgen nombres del presente y del pasado como también grandes equipos.
Pero así como tenemos mucho de bueno, de ingenio, tenemos algo sinuoso que a veces nos hace transitar como por las colectoras de las autopistas. Las que parecen ganar tiempo pero en otras ocasiones nos perjudican.
Me refiero concretamente a nuestra tan nacional viveza criolla.
Esta última semana estaban programados partidos de la buena iniciativa como lo es la Copa Argentina. Este torneo juegan desde su inicio equipos algunos con muy pocos recursos que provienen desde las distintas regiones de nuestro país. En general son equipos del Federal A y B que luego de largas instancias pueden llegar a clasificar para disputar el nacional B.
Además se juega en ciudades en donde no abundan este tipo de espectáculos, como los son Formosa, Resistencia, o Posadas, entre otras. Allí es una fíesta del pueblo, cuando va un equipo de convocatoria de los llamados grandes, y como consecuencia se llena el estadio.
Recientemente un equipo de un pueblo muy chico y ganadero consiguió clasificarse para el Nacional B, en Carlos Casares , Provincia de Buenos Aires. Estos equipos tienen un presupuesto muy corto y en general lo integran futbolistas amateur o que tienen otro oficio, y con algunas excepciones, en donde puede acoplarse algún que
otro jugador que en su momento fue profesional, y que estando viviendo en la zona, suma y mucho a este conjunto de entusiastas.
La semana pasada, debían jugar Lanus, Racing y San Lorenzo con Sportivo Barracas, Mitre
de Santiago del Estero y Cipolleti de Río Negro, respectivamente.
El único que cumplió su compromiso fue Lanús, que goleó 5 a 0 a Sportivo Barracas, los demás pidieron postergación de fecha.
El lector se preguntará la razón.
Racing adujo que tenía un jugador en el seleccionado en su gira por Australia, Acuña, y San Lorenzo, no tiene ningún jugador convocado pero si un desgaste de muchos partidos y ante eso se pidieron el fin de semana libre.
Circuló por Internet luego una foto aérea de la ciudad de Cipolleti, en donde decía con letras mayúsculas, “donde quieras cuando quieras”…
Por otro lado en el caso de Racing, Acuña jugo 35 segundos en el triunfo con Brasil. Acaso Racing no tiene más jugadores para reemplazarlo. Comparando planteles seguro que Mitre o Cipolleti juntan 11 como pueden para cumplir dos compromisos semanales, en cambio nuestros dos equipos citados les sobra plantel, y hasta pueden darse el lujo de que debute un juvenil de su nutrida cantera.
Qué tiene entonces distinto “El granate”, que juega Sudamericana, Libertadores, y Campeonato local, a los “cuervos” y los “académicos”?. Tiene seriedad, compromiso con la agenda de partidos, respeto por el público de aquellas ciudades de nuestro amado país en donde no todos los días se obtienen este tipo de espectáculos.
No apeló a la ventajita criolla, arriesgó.
Si muchas veces hasta nuestros futbolistas se quejan que en Europa antes que comiencen los torneos, hay un detallado calendario de fechas con horario incluído que se cumple exhaustivamente, y se preguntan porque aquí no.
La contestación es simple, existen dirigentes que toman ventaja, clubes que se acomodan a esto y todos somos cómplices de estas vivezas criollas.
Ojalá nos demos cuenta que estas desigualdades, afectan lo más lindo que tiene el fútbol, la pasión por el juego, el espectáculo en la cancha. Mucha gente se habrá quedado sin ver a sus ídolos, producto de ese producto nacional, “Made in Argentina”, la viveza criolla.
