Una vida menos.
Un país en vilo durante meses. Y millones en gastos, investigaciones, pericias, análisis, indagatorias, etc. Nada hubiera ocurrido si 20 terroristas disfrazados de indios no hubiesen cortado la ruta, cosa que es delito. Y tampoco nada hubiese ocurrido si el delito se hubiese reprimido como en cualquier país normal y no apenas soportando la pedrada de 20 anarquistas que lo único que pretenden es apropiarse de tierras que no le corresponden.
Como dice Julio Bárbaro, cortar una calle, avenida o ruta es delito tanto en Miami como en La Habana. El delito debe ser reprimido y sus autores arrestados y procesados, como ocurre en cualquier país normal. Tan lamentable como la muerte de Santiago Maldonado es el uso político que se le dio, tanto por parte de partidos de izquierda como por muchas organizaciones sociales y de Derechos Humanos, pero fundamentalmente fogoneado por el kirchnerismo. Sin embargo hoy, cuando la autopsia demuestra que Maldonado murió ahogado, simpatizantes de izquierda, organizaciones sociales y de Derechos Humanos, y kirchneristas, insisten en que la responsabilidad es del gobierno nacional. Pensemos en lo siguiente:
¿Gendarmería mató a Maldonado y plantó el cadáver en el área tomada por mapuches días antes de una elección para perjudicar a Mauricio Macri? No. ¿Cómo hizo alguien enviado por el gobierno para entrar a territorio sagrado y tirar a Maldonado? Imposible.
¿Quién se benefició con la desaparición de un perfecto desconocido primero, y con su muerte después?
El cuerpo apareció a 300 metros del lugar del conflicto, río arriba, por una denuncia “anónima”.
¿Cómo puede ser que nadie antes lo encontró? ¿Lo plantaron ahora?
¿Lo enredaron en ramas para darle sentido? Es lo más factible.Santiago Maldonado fue un joven que eligió su camino; destacable para unos, equivocado para otros, pero su camino al fin. Sin embargo, terminó involucrándose en grupos terroristas fundamentalistas pensando que lo hacía por algo justo.
Santiago Maldonado, evidentemente, no fue víctima de la gendarmería, ni del gobierno. Y no es un dato subjetivo, es un dato extraído de la triste realidad.
Maldonado Fue víctima de la gente a la que él mismo apoyaba. Utilizaron su vida, solo para atacar al gobierno de Mauricio Macri, como último recurso por el fracaso electoral que se les avecinaba. Debemos poner por encima de todo la vida humana y castigar a los responsables de esta muerte absurda. Esperemos que la justicia esclarezca su muerte. Que en paz descanse y condolencias a su familia.
