La “fuerza de superación” se aprende y se construye

La resiliencia que todos poseemos, no ha venido con nosotros desde que nacemos. Es algo que vamos aprendiendo y construyendo mientras vamos creciendo y madurando. Esa “fuerza de superación” ante las adversidades se va refinando y va tomando fuerza mientras sumamos experiencias en transitar tiempos difíciles. Si bien hay personas que tienen una naturaleza más positiva que otras, la resiliencia la vamos armando en el camino.

En los momentos adversos, nuestra mente se pone a prueba y comienza a construir nuevas ideas y se pone más ingeniosa y es así que logramos salir adelante. Y cuando hemos sido derrotados también es la que nos da la fuerza suficiente para regresar al camino y volver a intentarlo o seguir adelante dejando las frustraciones atrás. Ese mecanismo interior que se pone en funcionamiento cuando las cosas se ponen difíciles se puede mejorar y reforzar. Puedes trabajar en ciertos puntos que te pueden ayudar. Uno de ellos es reforzar la autoestima.

De una forma sana y de la manera más objetiva posible debes saber valorarte y reconocerte en lo bueno que tienes como persona y saber admirar tus logros. También es bueno hacerlo con los demás. Revisa tu moralidad. Debes ser consecuente con el bienestar que quieres obtener. No sólo debes “parecer” también debes “ser”. Mantén activa tu creatividad. La mente es plástica. En cualquier campo que te guste, trata de tener un espacio para crear. Ya sea que te guste escribir, dibujar, pintar, hacer música, etc. Los resultados que logras con este punto son exponenciales en todas las áreas. Ten siempre encendido tu humor.

En las situaciones más contrarias el humor es bueno que este presente. Nos ayuda a que no sea tan pesada la situación que estemos viviendo. Es la puerta que deja entrar a la creatividad para que se ponga en acción y haga su trabajo. Ten siempre tu momento de introspección. Mira tu interior y ponte en contacto contigo. Preguntas tan simples como por ejemplo -“estoy haciendo lo que quiero la mayor parte de mi tiempo?”-, -“estoy en esta etapa de mi vida donde quiero estar?”- y otras preguntas similares te van ayudar a construir puentes hacia ti y a estar en conexión con tu ser. Esto lo puedes ayudar practicando la meditación. Ten iniciativa. A veces cuesta y hay ocasiones donde los retos se ven inalcanzables pero ten fuerza de iniciar las cosas. Y si ejercitas el punto anterior (la introspección) no vas a ir detrás de objetivos inalcanzables.

Al estar en conocimiento de tu interior y de tu ser, naturalmente vas a iniciar objetivos que son realizables para ti, aún cuando estos sean difíciles. Es así que te ahorrarás de sumar fracasos innecesarios. Desarrolla la habilidad de relacionarte. Refuerza y haz nuevos vínculos. Nuestra vida, en todo su espectro, se hace más grande por nuestros vínculos. Ya sea que sean afectivos, laborales u otros, ellos nos hacen crecer como personas, como a la vez, también nosotros le hacemos bien a ellos. Establece límites.

Es importante que aprendas delimitar tus problemas para que no te invadan. Si te dejas inundar por una dificultad, todos los aspectos de tu vida sufrirán. Por eso es bueno que le dediques un tiempo al problema, pero no dejes de mantener la atención en otras áreas de tu vida. Aún cuando sientas que no puedes alejar tu mente de esa preocupación. Esto también se aprende, se ejercita y se logra. Todos somos capaces de hacer cosas que parecen imposibles, posibles. No te dejes limitar por nadie, mucho menos por ti. El sentirte bien es mucho más sencillo de lo que crees.

Recuerda #CuandoSeQuiereSePuede

www.tusam.com

mm
Acerca de TUSAM 79 Articles
Mentalista, motivador, hipnotizador.

Sea el primero en comentar