Francisco de Francisco, el capitán capitán

Hubo una vez, un ingenioso marino andaluz, que supo volver locos a sus enemigos con sus inusitadas habilidades. Nacido cerca del puerto de Cádiz, a fines del siglo XVIII, recibió por nombre, el de Francisco de Francisco de Sánchez de Sánchez, ya que, tanto su padre y su madre, tenían el mismo apellido, al igual que el nombre de los abuelos paternos por parte materna y paterna –cosa común en esos tiempos, tanto como el tener una misma madre, padre, abuelos y tíos: no así con los primos-.

El niño que, al decir de su padre, era tan vivo que veía crecer los pastos o, exactamente al revés: era tan pasto, que veía crecer los vivos, se crió en los muelles, entre marinos y marineros y, también, cerca de hombres de mar.

Vivía subiéndose a los barcos y, también, bajando de ellos. De tal modo que, aunque pudo ser de otra manera, fue, de la manera que tenía que ser, un marinero. Aunque, también fue un marino. Con el tiempo, y también con los años, fue ascendiendo y descendiendo de rangos en las artes del navegar y, también, de la navegación, hasta que, cuando le dieron el grado de capitán de barco y también de navío, eligió solo el de capitán. Aunque, de cuando en vez, o lo era de barco o, de navío, o, al revés.

La cuestión es que el tener repetido tanto el nombre como el apellido, había desarrollado en el joven, la capacidad de repetirse. Y, con ello, la de estar en dos lugares a un mismo tiempo. Con lo cual, acumulaba experiencia de manera muy veloz. Aunque, con una desventaja: a veces, en vez de desdoblarse, repetía una misma tarea más de una vez.

Cuestión que descubrió, tras ir y venir dos veces a las Indias, cuando, sus exhaustos marineros se amotinaron, intentando ahorcarlo de una sola y definitiva vez. Francisco de Francisco, en su “derrotero”, navegó por todos los mares conocidos. Luego, en su “vencedero”, por océanos, aún no descubiertos.

Con el tiempo, su capacidad de repetirse, la transfirió a sus naves. Dándose la singular situación de que, una escuadra enemiga, fuese atacada por vanguardia y retaguardia, o, por babor y estribor, a un mismo tiempo y por el mismo enemigo: los barcos-navíos de Francisco de Francisco.

Práctica que dejó de utilizar tras una ocasión en la que, tras hundir a la flota enemiga y entusiasmado por la victoria, ordenó una carga más. Los cañonazos, al no hallar a su paso a las naves ya hundidas, dieron en los repetidos navíos del dual capitán. Con tanta fortuna, que no tuvo que lamentar la muerte de ni uno solo de sus propios marinos, ni
el hundimiento de sus naves. Las aventuras del particular capitán, fueron tanto innumerables como repetidas. Hasta que un día, huyendo de toda la armada inglesa, ordenó a sus hombres atracar en una costa frente a un bosque de araucarias y arriar las velas para mimetizarse con los antiguos árboles de la era carbonífera.

Tras hacerlo, ordenó bajar un bote y, remando él mismo de modo repetido, desembarcó en la costa y se adentró en el bosque para ver con sus ojos, la calidad de su ardid. Tras comprobar que era buena, decidió mejorarla replicando el bosque en el lugar de sus naves. Ese fue su error: se quedó sin barcos y, sin navíos.

Así, cuando la flota enemiga desapareció del horizonte, sus hombres se encaminaron hacia los árboles donde antes se hallaban las naves, esperando que Francisco de Francisco, volviese a replicar unas nuevas naves.

En ese momento comprendieron que estaban perdidos: su capitán, solo podía repetir lo que existía y, como las quillas de sus barcos habían sido destruida por las araucarias que las atravesaron, el capitán capitán, fue llenando el mar con barcos que, al tener sus quillas perforadas, se hundían al instante.

Con los años, algunos de sus marinos regresaron a puerto. De Francisco de Francisco, no pudieron contar nada.
Lo último que supieron de él, fue que se perdió en el horizonte. Iba corriendo, con la velocidad de dos hombres en uno. La razón: detrás de él, pero a velocidad normal, venían corriendo sus marineros con una única intención, ahorcarlo dos veces.

mm
Acerca de Ricky Veiga 52 Articles
Escritor, guionista, productor de Radio y TV.

Sea el primero en comentar