Música para los oídos de Mauricio Macri: un gremio que días atrás anunció que no marchará con Hugo Moyano el próximo miércoles, aceptó cerrar la paritaria al 15% y sin cláusula gatillo, el objetivo que había trazado el Gobierno a principios de año.
Se trata del gremio de Obras Sanitarias que conduce José Luis Lingeri, quien esta tarde estampará su firma en el acuerdo que alcanzó con el titular de AySA José Luis Inglese y que homologará el ministro de Trabajo Jorge Triaca.
Dentro de la propuesta, hubo varios condimentos que llevaron a Lingeri a aceptar el techo del 15% de aumento.
En principio, se acordó una recomposición de la paritaria anterior. Hubo un reconocimiento de que, en el acuerdo de 2017, los trabajadores perdieron 2,8% contra la inflación. Por eso, en marzo se recompondrá ese porcentaje, antes del primer aumento por la actual paritaria, previsto para abril.
Por otro lado, la suba será en dos tramos: en abril, un 7,5%; y en septiembre, otro 7,5%.
Además, si bien no se dejó pactada una cláusula gatillo, las partes acordaron que en enero se volverán a reunir para atender un eventual pérdida del poder adquisitivo ante la inflación.
Días atrás, Lingeri fue clave en la ola de deserciones masivas que sufrió el acto de Moyano: luego de varias charlas con el ministro del Interior Rogelio Frigerio, quien tiene a AySA bajo su órbita, anunció que no se sumaría a la movida del líder camionero.
Como contó Clarín, con la revisión con cada sindicato como herramienta para reemplazar la cláusula gatillo, el Gobierno se propuso evitar que se indexe la economía en función de las paritarias.
Ahora el Gobierno, que ya había logrado que los aceiteros acepten una suba del 15%, busca que otros gremios cierren un esquema similar: Uocra, Uatre y Comercio. Más: este último, según fuentes oficiales, podría sellarlo antes de la marcha de Moyano.
GG
