Gorske superó su marca en el mismo McDonald’s donde probó su primera Big Mac en 1972. El lugar se convirtió en un evento, en el que dio una presentación de media hora al público que se había reunido para verlo comer la hamburguesa. Además, mostró miles de facturas y envoltorios para demostrar sus números.
Según Guinness, Gorske come alrededor de 14 Big Mac’s a la semana. Las compra por mayor y luego las calienta en un microondas en su casa. Durante los últimos 44 años, solamente pasó ocho días sin comer una.
Su último récord reconocido por la organización fue de 28.788 hamburguesas en 2016. Pero pese a su amor por esta comida, el hombre tiene un físico privilegiado, es alto, delgado y con el pelo largo.
«La gente se ríe de mí, pero nunca me molestó. En mi última revisión médica, tenía el colesterol bajo y mi tensión estaba perfecta», dijo y agregó que pesa «dos kilos menos» que cuando se comió la hamburguesa número 25.000 en 2011.
De cara al futuro, ya está calculando en cuánto tiempo llegará a comerse 40.000. Según él, cree que tardará 14 años más y para esa fecha ya tendrá 78 años.
