La tormenta tropical Gordon que se formó en las últimas horas en el océano Atlántico causó este lunes inundaciones y cortes de electricidad en el sur de Florida y siguió su recorrido por el Golfo de México, en donde podría convertirse en huracán.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), con sede en Miami, emitió una advertencia de huracán «desde la frontera entre Florida y (el estado de) Alabama hasta Luciana» luego de que la tormenta cruzara de costa a costa el «estado del sol» con vientos de 80 kilómetros por hora.
En los condados de Miami-Dade y Broward se registraron cortes de electricidad que afectaron a por los menos 7.000 usuarios, según confirmó Florida Power & Light (FPL), compañía encargada del servicio en la península.
Asimismo, medios locales reportaron encharcamientos en las calles, retrasos en las principales carreteras por la poca visibilidad e inundaciones principalmente en la ciudad de Florida, ubicada a unos 64 kilómetros al sur de Miami. Populares playas como Miami Beach y Golden Beach estuvieron cerradas casi todo el día que fue feriado en el país por la celebración del Día del Trabajo.
«Existe peligro de amenaza para la vida por posibles inundaciones en toda la costa central del Golfo»,detalló el Centro. «Las personas ubicadas dentro de estas áreas deben tomar todas las medidas necesarias para proteger la vida y la propiedad del aumento de agua», agregó.
De acuerdo con el pronóstico, «Gordon» tendrá un fortalecimiento gradual durante las próximas 36 horas y podría causar más inundaciones por llluvias, marejadas ciclónicas (inundación costera) y daños en las calles a causa de los fuertes vientos.
De otra parte, el NHC confirmó que la tormenta tropical «Florence», que se formó cerca de las islas de Cabo Verde a fines de la semana pasada, mantiene su trayecto hacia el oeste por el Atlántico en dirección hacia el Caribe y Norteamérica, con vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora.
Las islas de Cabo Verde, ubicadas a unos 600 kilómetros al oeste de Senegal, en África, se caracterizan meteorológicamente por propiciar la creación en sus costas de la mayoría de huracanes fuertes que aparecen en cada temporada. El amplio espacio oceánico permite que los sistemas se fortalezcan antes de tocar tierra.
La última tormenta de la temporada fue «Ernesto», que estuvo precedida por «Alberto», «Debby», «Beryl» y «Chris». Las dos últimas se convirtieron en huracanes con vientos de más de 118 kilómetros por hora. Las tormentas reciben un nombre cuando sus vientos superan los 62 kilómetros por hora.
El NHC pronosticó para este año una temporada en el Atlántico de actividad casi normal con un total de nueve a 13 tormentas con nombre, mucho menor a la de 2017, que tuvo 18 tormentas identificadas y cuatro huracanes mayores, entre ellos los devastadores «Harvey», «Irma» y «María».
