La expresidenta Cristina Kirchner fue procesada por formar parte de una asociación ilícita que cobraba sobornos a empresarios que ganaban contratos con el Estado en la causa conocida como los cuadernos de las coimas . El juez Claudio Bonadio la acusó, además, de haber cometido en reiteradas oportunidades los delitos de cohecho pasivo y dádivas.
Bonadio dictó la prisión preventiva de la expresidenta, pero dejó pendiente el desafuero en el Senado a la revisión que la Cámara Federal haga sobre su fallo en el Senado. Sin desafuero, no es posible que la senadora Cristina Kirchner sea detenida. La decisión quedaría, entonces, en manos de la mayoría peronista, que deberá definir en los próximos días el futuro de la posible candidata presidencial.El magistrado, además, identificó al exministro de Planificación Federal Julio De Vido y su hombre de confianza Roberto Baratta como los organizadores de la banda. También fueron procesados una decena de exfuncionarios kirchneristas y empresarios de sectores como obra pública, energía y transporte. Por último, Bonadio trabó un embargo de $4000 millones sobre las cuentas de Cristina Kirchner, que tenía congeladas sus cuentas judiciales e intervenidas varias de sus empresas por orden de la Justicia en otras investigaciones en curso.
La resolución del juez fue nutrida por información que aportaron decenas de arrepentidos a la causa, la mayoría empresarios, pero también funcionarios públicos como José López y Claudio Uberti, ambos acogidos a la figura de “imputados colaboradores”. También los arrepentidos Carlos Wagner, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, y el chofer Oscar Centeno, clave para el avance de la causa, fueron procesados por formar parte de la banda, todos con embargos de $4000 millones. La ley del arrepentido prevé que aquellos que hayan confesado serán beneficiados recién en la etapa de juicio si el tribunal considera que sus aportes fueron relevantes para la investigación.
