Estamos subidos al tren fantasma de la política argentina

Le guste o no a quienes no están de acuerdo con la polarización y aspiran a una tercera opción, la polarización existe y, mal que les pese, será, una vez más, inevitable.
No es algo viejo para los argentinos, que por lo general, muchos -dentro de los que me incluyo desde hace bastante tiempo- votamos a lo que creemos “el mal menor”.
Por un lado, tendremos a Mauricio Macri, y por otro, seguramente, a Cristina Fernández a través de la fórmula Alberto Presidente Cristina vice, y aquí debemos hacer una aclaración.
Quien junta los votos es Cristina, no Alberto; que ella vaya como vice es una estrategia que merece otra nota.
En el medio, un peronismo que, todavía, no se sabe si irá unido, fragmentado y, de ser así, en cuantas facciones. Pero como cuando hablamos de peronismo, todo puede suceder, hasta podríamos ver a todos detrás de la fórmula Fernández-Fernández, especialmente en un eventual balotaje entre los Fernández y Macri que, seguramente, será lo que ocurrirá. Desde la aparición del libro de la ahora exitosa escritora, Cristina Fernández, hasta el pedido del expediente de la Corte al Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) parecería que los actores de la política argentina están entrando en una especie de espiral de locura que no sabemos donde y cuando puede terminar.
Massa sostiene que va a dar pelea en primarias con Lavagna, pero Lavagna dice que no participará de ninguna primaria con nadie.
Schiaretti que aparece, luego de su gran elección en Córdoba como el hombre más fuerte dentro del peronismo, no dice nada y espera, y finalmente tenemos Miguel Ángel Pichetto tratando de convencer a todos y de que Lavagna lo elija como compañero de fórmula.
Pero como si todo eso fuera poco, el último martes, después de 15 años CFK volvió a pisar la sede del PJ, los mismos a los que les mandó a “suturar el orto”. Se juntaron Menem y Duhalde. La CGT anunció un paro general, y lo más grave, Alberto Fernández amenazando a jueces luego de que La Corte Suprema -en ese mismo día- haya intentado demorar el juicio a la ahora exitosa escritora. Todo en un solo día.
Pero espere, estimado lector, que hay más. Horacio González, intelectual y referente del grupo de pensadores afines al kirchnerismo Carta Abierta, en el programa “La Repregunta”, por LN+, dijo sobre la situación política de Venezuela: “Considero que no es una dictadura”, que Nicolás Maduro “efectivamente es víctima de un golpe de Estado” y como si todo esto fuera poco aseguró que “hay que modificar el formato de la democracia argentina”.
Curiosamente, Gonález no es el único “ilustrado” que opina que hay que modificar la democracia -vaya a saber como y cual sería para él el concepto de democracia- sino que días atrás el periodista y escritor Mempo Giardinelli, desde la pantalla del canal de noticias C5N, habló de un “sistema de justicia que nosotros sostenemos que no debe ser más un poder”, y aseguró que un grupo de intelectuales identificados con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner impulsa una nueva Constitución Nacional que, entre sus puntos, plantea la eliminación del Poder Judicial.
A esta idea debemos sumar al ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, quien en el programa Terapia de Noticias, también por LN+, mientras salía del salón Jorge Luis Borges en el que la expresidenta presentó su libro en la Feria del Libro llamó no solo a reformar, sino a crear una nueva Constitución Nacional.
Del otro lado, la doctora Carrió le dijo “Sabía que eras pícaro, pero no tan hijo de puta” al diputado Nicolás Massot, compañero de su bancada, responsabilizándolo de la derrota electoral en Córdoba.
El titular del radicalismo puso en duda la candidatura del Presidente, diciendo que hay que ampliar Cambiemos con Lavagna, mientras que él dice que no va con Macri ni de casualidad.
Las problemáticas internas dentro del oficialismo responden a que en Cambiemos han tomado conciencia de que en octubre pueden perder la elección, cuando hace pocos meses esto no estaba en su imaginario.
El escenario, para lo que resta de acá a octubre no es nada fácil; sin embargo oficialistas por un lado y opositores por otro creen que en los próximos meses comenzará a delinearse el rumbo.
Entonces, podremos empezar a ver si la posible reelección de Macri, que en octubre de 2017 era prácticamente un hecho y ahora es probable, pueda pasar a ser de probable a improbable, pero recordemos algo que es real y muy importante: la caída de la imagen de Macri no está siendo capitalizada por nadie.

mm
Acerca de Pablo Dócimo 129 Articles
Escritor , periodista.

Sea el primero en comentar