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Una sociedad enferma . Por Norberto Spangaro

Esta semana dos sucesos me causaron muchísimo dolor, porque son un reflejo de una sociedad, y por supuesto de dirigentes, seriamente desviados de cualquier concepto de sociedad respetuosa, centrada en principios de trabajo y respeto.


El primero fue la noticia de la reincorporación de Fernando Yapur (normalmente pondría el sufijo Sr. pero este personaje no lo merece) al Instituto Nacional de Tecnología Industrial, del cual había sido expulsado en el 2018 cuando una investigación sustentada en datos ciertos, videos, etc demostró que durante una protesta había pegado afiches políticos y orinado a la entrada del despacho de uno de los directivos.


Es de destacar que en ese organismo luego de la elecciones del año pasado hubo varias desvinculaciones en razón de agresiones físicas hechas al Director Administrativo de la Entidad, el Sr. Mariano Slatanoff, que tuvo que ser atendido por lesiones en el cuerpo y en su mano izquierda.
Es aún más aberrante que la nueva dirigencia del ente haya tratado el caso como una reivindicación del sujeto.


Este personaje ha violado los principios de respeto, no solo en el lugar de trabajo, hacia sus superiores y compañeros sino también hacia todos los ciudadanos que con sus impuestos le pagan su salario.
Seguramente su desempeño debe ser pobrísimo, a la altura de su falta de educación, su violencia ética, y su ahora conocido desprecio hacia el prójimo.


Es un ejemplo de una minoría violenta, maleducada, irrespetuosa y atorrante que habita en los organismos públicos cobijada por un estado y un movimiento político destructor de las bases éticas y morales de la sociedad. Recordemos su nombre, como diría el tango debería tener colgada su fotografía en la galería de los delincuentes y no aparecer sonriendo en los periódicos argentinos.


El otro suceso es de una connotación más general y más complejo. El asesinato de un adolescente en Villa Gesell. No voy a entrar en los detalles porque el suceso es bien conocido por los diarios argentinos. Si vale la pena entender por que digo que la sociedad esta enferma. En Argentina se han perdido los valores. En este caso se confirmo que los participantes habían participado de “la previa” consumiendo tres botellas de vodka, una de ron, otra de fernet, dos vinos espumantes y una caja de vino. El lugar estaba lleno de botellas vacías de diluyentes para mezclar con esas bebidas.
En cualquier sociedad normal, respetuosa estas personas no podrían haber salido a la calle no se lo hubieran permitido. Peor aun para iniciar la fiesta a partir de las 2 de la mañana terminando ya en el amanecer del día siguiente.


Siempre me resulto patética la imagen de los adolescentes en Buenos Aires o donde sea regresando a su casa con la salida del sol. Eso no es normal ni debe ser permitido. Qué futuro les están construyendo?
En los Estados Unidos existe el toque de queda juvenil en los periodos de vacaciones. Básicamente no pueden andar solos por la calle a partir de cierta hora. Los estudios muestran que el 93% de las ciudades que actualmente aplican una ley de toque de queda creen que es efectiva y efectivamente los toques de queda son muy efectivos dentro de las ciudades y estados que los valoran. La ley es un signo progresivo en la sociedad que mantiene a los adolescentes fuera de problemas y es para mejorar su vida.


En cambio nuestra sociedad y los dirigentes, que reivindican a quienes insultan y orinan en la puerta de una oficia para agraviar, es permisiva y ha llegado a degradaciones que motivan hechos como el sucedido en Villa Gessell. Los culpables no son solo los que le pegaron y mataron, los culpables son la sociedad, los padres que permitieron llegar a este grado de descomposición de principios básicos. Los padres que los cobijan en la casa para esas previas. Están sembrando un futuro oscuro y siniestro.
No cambiaremos el país con serios problemas estructurales de la sociedad con planes económicos, el mal es mucho más profundo. Estos dos hechos son símbolo de ese mal que nos aqueja.
Muy triste.

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