Liliana Hacen, nieta de Roberto Vicentin, uno de los fundadores de la cerealera que el Gobierno interviene y busca estatizar en medio de una fuerte polémica, agradeció el apoyo de las protestas sociales en Avellaneda, Santa Fe, y el cacerolazo en Buenos Aires. «Cualquier alternativa va a ser mejor a la expropiación. Cualquier alternativa en la que podamos conservar la empresa», manifestó en diálogo con La Nación + horas antes de que el CEO de la agroexportadora, Sergio Nardelli, se reúne este jueves a las 18 con el presidente Alberto Fernández en medio de rumores de que el oficialismo revisaría la figura legal de la estatización.
Hacen agradeció la masiva manifestación que se produjo , cuando se conoció la noticia, y se replicó este miércoles, en la ciudad santafesina de Avellaneda, de donde es originaria la empresa. «Estábamos desde temprano, de repente la gente empezó a llegar. Fue un momento histórico para nosotros. Fue muy fuerte para nosotros. Mi abuelo fue Roberto Vicentin, uno de los fundadores junto a sus dos hermanos y un tío. En Avellaneda, Vicentin es nuestra familia. Vivimos ahí desde siempre, trabajamos ahí», expresó.
En esa línea, siguió: «Nos encontramos que toda la ciudad estaba con nosotros. Nosotros le debemos a la ciudad también porque siempre apoyaron. Encontrarnos con esto, con los mensajes de apoyo fue realmente emocionante. Hoy se multiplicó y se trasladó a nivel nacional». «Todo el mundo habla de Avellaneda, es una ciudad chica, estamos a 800 km de la capital. Somos una gran familia, trabajamos todos en la empresa», agregó. Por último, reconoció que a la empresa le fue mal y confió en encontrar una solución: «Entiendo, nos fue mal. A muchísimas empresas les pasa lo mismo. Hay muchas en concursos. Estábamos en un camino que era legal con un juez que estaba analizando la causa. Nobleza obliga, Vicentin nunca había tenido problemas, siempre habíamos pagado nuestras obligaciones, pero nos pasó esto. Tenemos que mirar para adelante y buscar una solución». (Fuente www.perfil.com).
