Los nuevos casos de coronavirus continúan aumentando y el Gobierno condal de Miami-Dade mira hacia todos los lugares en busca de retener el rebrote y declara un nuevo toque de queda, a partir del 2 de julio, de 10 p.m. a 6 a.m.
Solo los trabajadores esenciales, incluidos quienes se ocupan de entrega de alimentos, socorristas, personal de hospitales y medios de comunicación están exentos.
«El toque de queda está destinado a evitar que las personas se aventuren y salgan con amigos en grupos, lo que ha demostrado que está propagando el virus rápidamente», señaló el alcalde condal, Carlos Giménez.
Entretanto, continúa en efecto “el mandato de usar mascarillas en lugares públicos”, dentro y fuera de establecimientos, subrayó el edil “independientemente de que se pueda mantener el distanciamiento social”.
