La firma de arquitectura NBBJ presentó un nuevo concepto que podría reducir el riesgo de contaminación para los pacientes que visitan hospitales: una clínica médica de acceso vía automóvil.
Llamada «Unidad de atención desde el automóvil», la clínica está concebida para ser un punto intermedio entre la telemedicina, donde los médicos pueden pasar por alto síntomas críticos, y las visitas a la clínica física. Está diseñada para implementarse fácilmente en garajes de estacionamiento de hospitales, y ocuparía 18 metros cuadrados de espacio (la cantidad de espacio entre dos columnas en el estacionamiento de un hospital). Los componentes de la unidad podrían prefabricarse en otro lugar, e instalarse rápidamente en el sitio.
Si bien ha habido muchas instalaciones semipresenciales para aquellos que exhiben síntomas de COVID-19, una unidad de atención completa donde los médicos pueden tratar a los pacientes en sus automóviles es algo nuevo, y ya ha despertado el interés de varios hospitales EE.UU.
«El COVID-19 impide que muchas personas vayan al hospital», dice Ryan Hullinger, socio de NBBJ. «Estamos buscando formas de hacer que las clínicas de los hospitales sean más seguras, y brinden a los pacientes un entorno sin riesgo, por el que estén dispuestos a regresar y obtener la atención que necesitan».
Las clínicas de atención desde el automóvil no se limitarían a pacientes con COVID-19. NBBJ dice que serían particularmente útiles para tratar a pacientes con afecciones crónicas como diabetes, y dolencias más comunes como la gripe. La proximidad de la clínica a un hospital o clínica más grande permitiría que los pacientes fueran ingresados, si su condición es grave.
La configuración también beneficiaría a los padres con niños pequeños, que pueden permanecer en los asientos del automóvil, y a pacientes de edad avanzada, que podrían tener problemas de movilidad, y problemas para acceder a los servicios de telesalud.
El atractivo principal, según Hullinger, es el hecho de que los pacientes no tendrían que ingresar a un hospital, a menos que sea absolutamente necesario. «Todas las actividades de la sala de espera que normalmente harían en un hospital, se pueden trasladar a su automóvil, por lo que no tendrían que ingresar a un nuevo espacio, que algunos perciben como el más peligroso en este momento».
Para su proyecto, NBBJ adoptó un enfoque de «bahía de servicio» en lugar de un modelo tradicional de acceso directo. En el concepto, los automóviles se estacionan en espacios particionados, y los cuidadores se acercan a cada automóvil, tratando a los pacientes directamente a través de las ventanas o puertas de los automóviles, lo que permitiría tratar muchas dolencias comunes por las que las personas acuden a las guardias de emergencia.
