Los 7 rituales esenciales que se valorizan más en tiempos desafiantes

Por Daniel Colombo

Los momentos de adversidad sensibilizan y hacen que las personas cambiemos de posición y mirada frente a la vida en general, y esos aspectos afectados en particular.

Una de las formas regenerativas que tenemos para sentirnos mejor proviene de un atributo ancestral: los rituales; esos instantes que pueden parecer pequeños en la multitud de actividades diarias, y que, frente al desafío, se revalorizan y pasan a adquirir protagonismo.

¿Qué son los rituales? Se trata de un repertorio de impresiones, actitudes, actos y valores que se comparten con el fin de unir, de estar más cerca, y, también, de celebrar: ¿acaso el hecho de estar vivos no merece celebrarse, aún en medio del desafío?

El antropólogo David Le Bretón habla de una “cultura afectiva” cuando los sentimientos son compartidos. “Las emociones intervienen en un sistema de sentidos y valores que son característicos en la sociedad. Para que un sentimiento sea expresado y experimentado por un individuo debe pertenecer al repertorio común del grupo social. Por lo tanto, las emociones actúan como maneras de afiliación a una comunidad, son modos de comunicarse y de permanecer juntos”, dice.

Son esos momentos que surgen espontáneamente o se programan los que le dan sentido a la fragilidad con que solemos transitar el dolor y el sufrimiento. Mike Norton es profesor en la Universidad de Harvard, y se ha dedicado a estudiar los rituales y los efectos en el bienestar humano. En un reportaje en el Harvard Business Review comenta que “los rituales desempeñan una serie de funciones críticas: por ejemplo, ante la pérdida pueden ayudarnos a sentir menos dolor; aquellos con la familia pueden hacernos sentir más cercanos, y los rituales con nuestros socios y compañeros de trabajo sirven para reforzar nuestro compromiso mutuo.”

Hasta los apodos o frases secretas en una pareja son rituales; al igual que las comidas, las formas de comunicarse, de hacer las cosas de determinada forma en la dinámica de una familia, y la forma en que nos tratamos con los amigos, por ejemplo.

Por ejemplo, en el uso de la tecnología, donde se incorporan ciertas ceremonias para las reuniones de trabajo; la forma de empezar una transmisión en vivo en Instagram; un elemento que siempre tienes a mano cuando te conectas con los demás en una videoconferencia.

  • Los 7 rituales esenciales

En tiempos difíciles se produce un efecto de revalorización del sentido de la vida y de los contactos esenciales con que contamos. Se trata de un acto de gratitud, incluso por las situaciones adversas como forma de elaborarla interiormente, y sentir que se la va transitando y hasta trasmutando.

Aquí, siete rituales esenciales que nos pueden ayudar a recobrar una sensación de bienestar:

  1. Amigos

El encuentro para dialogar, compartir y debatir es un buen punto de apoyo para salir adelante. Incluso en casos de desarraigo, aislamiento o pérdidas, el simple acto de escucha empática ayuda a conectar y a sentirse mejor.

  • Familia

Es un espacio de compartir atravesado por rituales de todo tipo, y afirmarse en alguno de ellos puede servir de calma y contención en el caso de contar con una familia funcional. Todo esto nos define, e incluso, de adultos, los seguimos recreando una y otra vez.

  • Salud

La revalorización del estado de salud es uno de los que mayor consciencia despierta, y no sólo es física, sino también mental y emocional, por lo que los rituales sirven para acercar, abrazar y acompañar en el proceso de recuperación si se la ha perdido, y de un potente “darse cuenta” del valor que se tiene y muchas veces no se aprecia cuando aparece una pandemia que la pone en riesgo.

  • Trabajo

El ritual del trabajo es uno de los más relevantes, ya que conecta con el sentido de valoración, utilidad y propósito si se lo sabe direccionar. Incluso los que buscan empleo, anhelan no sólo una remuneración, sino el tener un espacio de encuentro con otros, hacer tareas, aplicar la creatividad y el intercambio. Estos aspectos son altamente valorados y unificadores de un espíritu de superación y del sentido de la palabra “juntos”. Los horarios, rutinas, reuniones, procesos y métodos son algunos de los rituales en este campo. En épocas difíciles, el rol del líder de equipo es esencial para sostener la integridad del conjunto, sin perder de vista las necesidades individuales y el termostato emocional interno de cada persona.

  • Consentirse.

Parafraseando la canción que cantaba Gustavo Cerati, “Quiero que me (te) trates suavemente”. En épocas de dificultades es conveniente tener en el radar el darse un gusto, un mimo, una caricia a sí mismo. Este sentido constructivo de auto gratificación impacta directamente como estímulo compensador. Cocinarse algo especial cada día, darse una ducha luego de un día extenuante, dormir la siesta, recuperar a un hobby o pedir un abrazo largo y sentido son parte de este ritual.

  • Ocio y apreciación de los detalles.

Muchas personas, perdidas en su preocupación, se olvidan de sí mismas, y piensan que tienen que estar activas todo el tiempo: esto puede ser contraproducente, por cuanto los llevará a una hiperactividad ficticia para tapar lo que se siente. Como las emociones no se controlan, sino que se gestionan, el frenar, tomar consciencia, descubrirse y dedicarse tiempo de ocio es tan importante como seguir accionando.

Dentro de este espacio es posible establecer rituales de apreciación profunda de los pequeños detalles, esos que conforman el todo de la vida en sus aspectos de abundancia y belleza.

  • Línea de tiempo de la vida.

Un ritual muy significativo es que en los momentos de gran adversidad aparece revelada la línea de tiempo de la vida: un trazo de momentos e hitos de la historia personal, y conectiva en los que hemos sido actores o testigos. Este repaso se da por momentos, e incluso puede evocárselo intencionalmente a través de la reflexión, quietud y revisión introspectiva. Las preguntas son muy buenos disparadores para generar una realidad más consciente y que puede ayudar a rescatarte de la angustia, porque te ayudarán a darle contexto, profundidad y sentido. Por ejemplo: ¿En qué otro momento me he sentido de esta forma y lo superé?, “¿Con qué recursos internos cuento en base a las experiencias de mi vida?”, “¿Qué personas me marcaron en positivo y qué aprendí?”.

Daniel Colombo

Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 30 libros. LinkedIn Top Voice América Latina 2019. Miembro de John Maxwell Team. Co-fundador de NecesitoCoaching.com

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Acerca de DANIEL COLOMBO 176 Articles
Daniel Colombo Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell. www.danielcolombo.com Linkedin.com/in/danielcolombo Instagram: daniel.colombo YouTube.com/DanielColomboComunidad www.facebook.com/DanielColomboComunidad Twitter @danielcolombopr Podcast en Spotify y en Wetoker, iTunes, TN y Google Podcast.