Si has tenido una relación larga o estás en ella, admitámoslo: hay periodos en los que prima la monotonía. Y esto no quiere decir que dejemos de querer, sino que la comodidad y los hábitos adquiridos en común se han convertido en rutina.
En ocasiones, eso se traduce en aburrimiento, y muchas parejas deciden poner punto y final a su historia debido a ello. No obstante, muchas otras intentan innovar, e inventan planes, hacen viajes o proponen nuevos escenarios para recuperar algo de chispa.
Algunos de estos escenarios tienen que ver con la vida sexual, y precisamente por ahí va la cuestión que tratan estás líneas: el ‘cuckolding‘. Con el objetivo de reavivar la pasión, muchas parejas se lanzan con esta práctica (para muchos, tabú), que consiste en que uno de los dos tenga relaciones con otra persona y luego le cuente al otro lo que ha experimentado (otra modalidad supone que una de las personas haga de espectador).
Aunque es algo que quizás nunca te hayas planteado ni lo valorarás, esto le está funcionando a muchas parejas a día de hoy.
Según un estudio reciente, la práctica o fantasía del ‘cuckolding‘ es positiva para muchas parejas actualmente, y la fórmula que encuentran para crecer y reavivar su relación, porque vuelven a ver a su compañero/a atractivo/a y en una tesitura que no había experimentado, observando desde fuera.
«A nadie le gusta la idea de la traición, o al menos, no a muchos. Pero, ¿y si fuera una ‘traición controlada’ q pudiera reavivar pasiones apagadas y remover sentimientos olvidados?
El ‘cuckolding‘ es solo eso: permitir que la pareja tenga relaciones con otras personas, pero con su visto bueno y, en ocasiones, bajo su mirada atenta», cuenta Paloma Díez Abad, de Mundo Psicólogos.
A diferencia de una relación o abierta, esta práctica es esporádica y suele buscar ese objetivo de reavivar la llama, como quien dice. MAC