Así manifestó el conductor Oscar González Oro cansado de la extensión de la cuarentena en Argentina.
Después de casi 5 meses cumpliendo estrictamente el aislamiento social obligatorio que dispuso el gobierno argentino, Oscar González Oro tomó la decisión de radicarse en el país vecino de Uruguay, más precisamente en su casa de Punta del Este, donde se instaló en la tarde de este Viernes. Sin embargo, continuará conduciendo, el Lunes próximo, su programa de Radio Rivadavia “Tarde pero Temprano” desde el estudio que acaba de armar.
Si bien “fue una decisión que le costó tomar”, expresó estar feliz en su nuevo lugar en el mundo y señaló “me harté de estar encerrado en mi departamento, sin poder salir, sin poder ir a visitar a un amigo, sin poder llevar a alguien a comer a casa” y explicó “extraña mucho a mis hijos, Agustín y Pablo que hace un año que no los veo, nunca estuve tanto tiempo sin estar con ellos” y aclaró “uno vive en Madrid y el otro en Londres pero estando en Buenos Aires, no podía viajar a verlos, ahora desde Montevideo ya puedo viajar a Europa porque ya me van a entregar la cédula definitiva”
González Oro detallaba que la razón más importante de irse a Uruguay fue la de poder ir a ver a sus hijos pero a su vez manifestó su agrado por ese país donde fue muy bien recibido y confesó que hasta se emocionó al punto de no poder creer lo que veía, refiriéndose a negocios abiertos, un par de restaurantes funcionando y aclaró “no hay controles en la calle ni nada por el estilo”.
En cuanto al protocolo por el COVID-19 que en todo país se debe cumplir al llegar, comento que el hisopado le dio bien y solo tiene que hacer siete días de cuarentena y después el requisito de llevar consigo el comprobante de residente uruguayo como una cuestión legal.
Al respecto, resaltó la responsabilidad de la gente uruguaya aunque también expresó su amor por Argentina y aclaró “pero acá respiro una libertad que en Buenos Aires no siento, no estoy demasiado conforme, es verdad, pero no me vine enojado ni escapándome de nada y la idea es volver cuando Argentina esté tranquila, cuando no haya tanta violencia y tanta inseguridad. Hoy, cuando estaba saliendo de Buenos Aires, me enteré por la radio que a un chico que había salido a comprar una gaseosa lo mataron de un tiro. Está complicada la situación. Yo vivo en la provincia, en San Isidro, donde hay muchos problemas de inseguridad. Y no quiero andar en autos blindados o con custodios. No es mi estilo. Así que el día que pueda tener una vida normal y en libertad, volveré a Argentina”
En este sentido, reiteró “el valor más grande que prediqué a lo largo de toda mi vida es la libertad y yo siento que hoy recuperé mi libertad. El poder decidir qué hago y no que decidan por mí. Porque me dicen que están prohibidas las reuniones sociales y que el Lunes autorizan a los clubes de fútbol a hacer entrenamiento. ¿Eso no es una reunión social? Hay 22 tipos en una cancha, más los asistentes, peloteros, aguateros, director técnico… ¡Hay 50 personas! ¿Y yo no puedo invitar a alguien a comer a mi casa? No es lógico»
«Yo le hice caso al régimen, al sistema, al gobierno, al Estado durante 5 meses. Yo salí de casa sólo 3 veces y fue todo muy raro, salir de un aislamiento y ver gente con barbijo y controles por todos lados, me hizo pensar en una frase de Mario Benedetti que decía: “Me sentí un extranjero en mi propio país”. El ser humano es un animal social. A las personas nos gusta relacionarnos, hacer un asadito, compartir un vino… Y yo eso no lo hago desde que comenzó la cuarentena, porque la cumplí estrictamente. Hasta hoy, que recuperé el poder de decidir sobre mí”(Infobae)
LA
