Un gran jurado decidió acusar a Patricia Ripley de asesinato en primer grado, al tiempo que los fiscales del caso anunciaron que pedirán la pena capital para la madre de Alejandro Ripley, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en un lago de West Kendale.
Alejandro Ripley, de nueve años, sufría de autismo severo y no podía hablar.
Un video de vigilancia que se tiene como evidencia mostraría a Patricia Ripley empujando a su hijo en un primer canal situado detrás de Kendall Acres Condominiums, en la avenida 103 y Kendall Drive, alrededor de las 7:30 p. m., el pasado 21 de mayo.
Los testigos pensaron que el niño se había caído accidentalmente al canal y ayudaron a sacarlo.
Horas más tarde, el cuerpo del niño fue sacado de otro canal cerca del Miccosukee Golf and Country Club, en Kendale Lakes Drive. El menor había muerto ahogado.
Patricia Ripley llamó a la Policía para contarles que su hijo había sido secuestrado por dos hombres, que supuestamente la interceptaron en una transitada calle de Kendall.
La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernandez Rundle, dijo que “la madre mintió sobre el secuestro”.
Asimismo, los detectives del caso dijeron que Ripley admitió haber conducido hasta un segundo lago alrededor de las 8:30 p. m. y que empujó al niño con la intención de que se ahogara.
«Va a estar en un lugar mejor», habría manifestado Ripley durante su confesión, según los detectives.
Patricia Ripley permanece encarcelada en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, en Miami-Dade y debe comparecer a una audiencia la próxima semana.
