La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, analizó los principales problemas que padece la enseñanza en la Argentina e hizo duras declaraciones en relación con la formación de los docentes. Si bien señaló como un inconveniente no resuelto “la enorme inequidad” a la que los alumnos se enfrentan en función del lugar en el que nacen, afirmó que quienes están al frente de las aulas “enseñan mal”. Además, detalló que los aspirantes a maestros tienden a ser personas de bajos recursos que “fracasaron” en otras carreras. Además, pidió “denunciar” a los docentes cuando se den actos de “adoctrinamiento” en las escuelas.
En una entrevista remota que mantuvo Acuña días atrás con el diputado nacional Fernando Iglesias, el legislador le consultó acerca de los “principales problemas” que enfrenta la educación a nivel nacional a lo que la funcionaria respondió: “El principal problema que tiene es la equidad. Hoy el lugar en donde nacen los chicos sigue siendo el determinante de sus procesos educativos. Un chico que nace en una familia pobre tiene casi predestinado su trayecto educativo para que sea pobre también, en el que seguramente no termine la secundaria y no vaya a la universidad».
Acuña también cuestionó en duros términos la formación de los docentes y, en consecuencia, la calidad de la enseñanza. “El otro problema enorme que tiene la educación y que no nos animamos a decirlo tan de frente, porque uno se lleva puestas todas las paredes, es que tenemos que dejar de hablar de aprendizaje y hablar de enseñanza», sostuvo la ministra, y agregó: “El problema no es de los chicos, que aprenden mal y por eso les va mal en las evaluaciones nacionales e internacionales. El problema es que enseñamos mal, y enseñamos a enseñar mal”.
A continuación, Acuña atribuyó la existencia de este segundo escollo a la falta de una política de enseñanza centralizada e independiente del gobierno de turno. “Que tengamos más de 1.200 institutos de formación docente vinculados a las intendencias y que no haya una política centralizada, coherente y exigente de formación docente va a hacer que este círculo no se corte nunca”, aseguró.
Con ese objetivo, celebró la creación en la Ciudad de Buenos Aires de una universidad para la formación de los maestros y el inicio de un proceso de evaluación a nivel institucional. No obstante, subrayó que esta última labor implica una “discusión de política partidaria constante, donde la izquierda tomó una fuerza muy grande” y añadió: “Además, el perfil de los estudiantes cada vez va teniendo un sesgo más claro. Empiezan a estudiar la carrera docente -y esto es igual en todo el país- personas cada vez más grandes de edad que la eligen como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras y si uno mira por nivel socioeconómico, en términos de capital cultural y de experiencias enriquecedoras al momento de aportar para el aula, la verdad es que son de los sectores socioeconómicos cada vez más bajos los que eligen estudiar la carrera docente”.
Acuña también llamó a “denunciar” cuando se den actos de “adoctrinamiento” en las escuelas, lo que generó un fuerte rechazo por parte de la Union de Trabajadores de la Educación (UTE).
De acuerdo con la ministra, por su vínculo con la política muchos maestros “eligen militar en lugar de hacer docencia”. Frente a esta situación, advirtió: “Sin denuncias formales sobre lo que pasa adentro del aula, no podemos hacer nada. Lo más grave es lo que pasa en el aula. Los casos en los que tenemos, intervenimos y trabajamos”.
Ante estas declaraciones, Angélica Graciano, secretaria general de la UTE, acusó a la funcionaria de estar “enojada porque los docentes no aceptan sus designios” y de estar “en campaña para largar su candidatura” expresó y agregó “Desde el punto de vista de gobierno de la educación, es el peor desde la vuelta de la democracia. La ministra no acepta la libertad de cátedra y este tipo de práctica te lleva a los lugares más oscuros de la dictadura”.
Tras el rechazo de UTE, Iglesias manifestó su apoyo a Acuña a través de un mensaje en Twitter “El adoctrinamiento político no puede tener lugar en nuestras escuelas. Que se discuta esto explica mucho de la decadencia nacional”, escribió. (TN)
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