A poco de que comenzara en la Cámara de Diputados el debate por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el arzobispo de Paraná monseñor Juan Alberto Puiggari manifestó su “desilusión” con el Gobierno por impulsar el tratamiento de la ley y aseguró que fue “un cachetazo” para la Iglesia. Sin embargo, sostuvo que “lo más indignante” es que “usen a los pobres” para defender el proyecto y afirmó: “Ellos no quieren el aborto porque para ellos sus riquezas son sus hijos”.
Así se pronunció el Lunes en una homilía que dio en la misa con la que se inauguró la gruta de la Virgen de Nuestra Señora de Schoenstatt, en el Puerto de la ciudad de La Paz, según consignó El Día. “En este día de alegría tengo que decirles que, como Episcopado, sentimos una enorme tristeza. Estamos profundamente desilusionados de que en este momento de la historia argentina, donde hay problemas gravísimos, los legisladores estén pensando en sacar una ley de aborto”, manifestó el arzobispo paranense.
En este sentido, dijo que la Iglesia siente que recibió “un cachetazo” cuando, sostuvo, “ha ejercido como nunca dimensión diaconal para cuidar de los enfermos y de los que tenían hambre”. Lamentó que, en un momento en el que el pueblo argentino “necesita muchísimas cosas” se esté hablando “con una mirada egoísta” de “eliminar niños”.
Sin embargo, enfatizó que “lo más indignante” es que “usen a los pobres como bandera” cuando ellos no están a favor de la IVE y sostuvo que eso “quedó probado” por encuestas a nivel nacional y también en Paraná.
Por eso, pidió rezar para que “la Virgen nos libre de este mal tremendo”. “Esta sería la primera vez que la Argentina legisla la pena de muerte. Porque a las cosas hay que decirlas por su nombre: es una pena de muerte encubierta”. Por último, llamó a construir “una Argentina grande y digna” sin esas “doctrinas extrañas y foráneas que nos imponen desde afuera”.
Desde la misa que se celebró frente a la basílica de Luján, el arzobispo de Mercedes-Luján monseñor Jorge Eduardo Scheining sostuvo: “Si se piensa que un niño en el vientre de su madre es un montón de células, la raíz es el egoísmo. La raíz del mal de nuestro mundo es que tenemos un yo demasiado grande que le pone límites a todas las cosas”.(TN)
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