Los rumores acerca de el trato que Tom Cruise tiene con sus empleados, tuvo un punto de inflexión cuando se filtró un audio del actor y productor gritando frenéticamente a un empleado, en el set de filmación de Misión Imposible 7, por no cumplir con los protocolos de sanidad impuestos para la prevención de coronavirus.
Al parecer, nada cambió en el set de Misión imposible. Ya que las personas que trabajan en la séptima y última entrega de la franquicia se quejan de que Cruise sigue siendo una “pesadilla” para todo el equipo y que la filtración no habría mermado en la actitud del actor para con sus empleados.
«Está completamente obsesionado con terminar la película, y nada lo detendrá”, indicó un informante a The Sun. “Es la persona más decidida, es impresionante, pero una pesadilla”.
El citado medio también informó que el famoso actor se ha gastado millones de dólares para asegurarse de que la producción continúe adelante a pesar de la actual crisis sanitaria. Con lo que para ello, habría adquirido a dos robots de última generación para que patrullen el set con el único objetivo de garantizar que nadie se salte los protocolos de seguridad.
Sin embargo, una nueva fuente ha afirmado, contradiciendo la información, que la estrella de cine aún no ha llegado a esos extremos. Lo que sí ha hecho ha sido recurrir a brazos robóticos para que realicen test de coronavirus entre todos los trabajadores.
«Le pagan mucho por estas películas, pero también sabe que tiene suerte de trabajar y el personal de la película confía en que esta película siga adelante (…) No es necesario ir muy lejos para ver cuánto ha afectado la pandemia a los empleos», mencionaron fuentes cercanas al actor.
El actor ha gastado millones de dólares para que la producción de la película no cierre. El rodaje se reanudará la próxima semana en Reino Unido y, posteriormente, continuarán grabando en Dubái.
GG
