“Inquietud” es la sensación que reina entre los ministros ante lo que consideran que es la “pasividad” del presidente Alberto Fernández frente a las presiones, críticas y avances de la vice Cristina Kirchner en el Gobierno. Puertas adentro afirman que al mandatario lo ven muy atado a las presiones de la titular del Senado y que se sienten desprotegidos, ante la fuerte interna con el kirchnerismo duro.
Esa desprotección de la que hablan los ministros tiene que ver con hechos concretos que mencionan como la salida del ministerio de Justicia de Marcela Losardo, de íntima confianza del Presidente. Además de la renuncia a Salud de Ginés González García y de la “falta de protección” que aseguran que tuvo Guillermo Nielsen por la salida del economista de la presidencia de YPF.
En este sentido, los funcionarios critican los ataques de la presidente de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini al ministro de Economía Martín Guzmán. La dirigente suele ser vocera de los lineamientos de la vice y sostuvo: “Alberto Fernández y Martín Guzmán nos estuvieron engañando todo el tiempo”, en medio de las negociaciones del Gobierno por la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los funcionarios consideran que están “desprotegidos” ante este tipo de ataques del kirchnerismo duro y que esta situación “paraliza” la gestión. De hecho muchos de ellos demoran la toma de decisiones, temerosos ante las afrentas que pueden sufrir. Creen que estas situaciones se reflejan en áreas como en Seguridad, Salud y en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Entre otras cuestiones consideran que la ministra de Seguridad Sabina Frederic no tuvo el respaldo necesario del Presidente ante los duros cruces con Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense que mantiene un histórico enfrentamiento con la funcionaria.
Alberto Fernández dijo que la vice “tiene razón”, en relación al planteo de la titular del Senado que “no hay plata para pagar” la deuda de casi US$45.000 millones que la Argentina tiene con el FMI. Sostuvo que este año hay que pagarle al organismo US$3.500 millones, el que viene US$18.500 millones y el 2023, US$19.000 millones y dijo que “no hay posibilidad” de hacer frente a esas obligaciones.
El Presidente hizo estas declaraciones después de la reunión virtual de la semana pasada con el titular del Banco Mundial David Malpass, ante quien se comprometió a que la Argentina cumplirá con las deudas. En ese momento, casi en simultáneo, la vice advertía sobre la imposibilidad de pago al organismo liderado por Kristalina Georgieva. Sin embargo, más tarde, mencionó los millonarios pagos que debe hacer el país ante el organismo y consideró que “semejantes cifras lo único que dan cuenta es cuánto nos posterga la situación que tenemos con el Fondo”. En defensa de la postura de la vice, manifestó: “En verdad lo que estamos diciendo todos es que la deuda que heredamos en los términos que está es impagable”, (TN)
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