El gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof está furioso. Su enojo se debe a que considera que las restricciones impuestas por Alberto Fernández son “light” y entiende que no son suficientes para reducir la circulación y el alto nivel de contagio.
El mandatario provincial quería un cierre total por dos semanas. Aseguraba que esa era la única medida efectiva para bajar de un golpazo el número de infectados con coronavirus, que el 8 de Abril sumó 23.638, un nuevo récord para el país. Pero su propuesta fue rechazada.
Por el contrario, el gobernador está molesto porque entiende que Alberto Fernández finalmente cedió a los pedidos del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta al permitir que los bares y restaurantes permanezcan abiertos hasta las 23hs.
Entre otras cuestiones, Kicillof asegura que estas medidas son una especie de parche y que no solucionarán el problema de fondo. El Gobernador quería un cierre estricto, como en la primera etapa del aislamiento en la Argentina, sin colegios, ni comercios, ni transporte. La respuesta fue un rotundo “no”, bajo el argumento de que no hay plafón social para sostener esa situación.
En este contexto, el gobernador está molesto con el ministro de Economía Martín Guzmán por la delicada situación económica de la Argentina. Entiende que la falta de medidas recalienta el ánimo social del conurbano, una de las zonas más complejas del país. Habla de falta de firmeza para frenar el aumento de precios.
El enojo de Kicillof con el Gobierno nacional y el ministro Guzmán no es un dato menor si se tiene en cuenta que el dirigente es un hombre de extrema confianza de la vicepresidente Cristina Kirchner, que en los últimos meses incrementó su influencia en las decisiones de la Casa Rosada.
Las medidas para tratar de contener la segunda ola de coronavirus en la Argentina comenzaron a regir desde las 0 horas de este Viernes 9 de Abril hasta el 30 de Abril.
En las zonas del país consideradas de mediano riesgo epidemiológico y sanitario será facultad y responsabilidad de los gobernadores adoptar en forma temprana medidas que disminuyan la circulación para prevenir los contagios. Esto se debe a que es potestad de las provincias el monitorear y hacer cumplir cualquier medida restrictiva de la circulación.(TN)
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