«Shrek»: El mejor cuento, se cumplen 20 años del film que hizo historia

Un día como hoy algo cambió para siempre en el cine de animación. Con un humor inteligente, cautivó generaciones al parodiar la inmaculada tradición de los relatos populares revalorizados por Disney. ¿Cómo se convirtió en una de las más importantes y la primera en ganar un Oscar? ¿Qué tomó de su libro? ¿Qué nos dejó y qué nos sigue entusiasmando?

La primera escena de «Shrek» es una de las más sólidas para entender cómo cambió a la cultura y empezó a modificar bastante las cosas. Suave melodía de fondo. Resplandor sobre un libro que lentamente se abre. Tapa dura, letras góticas e ilustraciones medievales en páginas doradas. Voz en off narra el atroz destino de una princesa hechizada y encerrada en el altillo de una torre, custodiada por un dragón, a la espera del rescate de su caballero prometido, y con ello el beso que romperá el hechizo. — Ay, sí como si estas cosas pasaran— , el clima se corta sin ningún tipo de aviso y nuestro protagonista arranca la página como papel higiénico.

Ésta es la presentación de Shrek (significa «monstruo» en yidis y proviene del alemán schreck = «miedo, susto o sobresalto»). Y si el arranque de película no era lo suficientemente bizarro, un toque aún más de color se lo aporta el temazo «All Star» de Smash Mouth y una secuencia espectacular del personaje principal bañándose en barro (una de las tomas más complejas de conseguir por la que incluso uno de sus animadores se bañó en barro para lograr el mayor realismo posible), rompiendo espejos con su imagen, y preparando su cena de una forma excepcional y justamente contrastando la delicadeza con la que Disney eligió representar a sus princesas.

Así, la dupla de dirección compuesta por Andrew Adamson («Las Crónicas de Narnia») y Vicky Jenson (encargada de la animación de «El camino hacia el dorado») nos presentaron a Shrek, un ogro que vive armoniosamente en su pantano y cuyo objetivo es simplemente que no lo molesten. Lo que se ve claramente en esta primera secuencia donde, al tiempo que muestran la rutina del protagonista, un plano alernado contrapone a un grupo de civiles dispuesto a cazarlo. Entonces ¿quién amenaza realmente a quién?

«Shrek» se estrenó el 18 de mayo de 2001 con música de Harry Gregson-Williams (quien trabajó nuevamente con Adamson «Las Crónicas de Narnia» para Disney) las voces de notables figuras (en su inglés original) como Mike Myers (Shrek), Cameron Diaz (Fiona), Eddie Murphy (Burro) y John Lithgow (Lord Farquaad); reparto al que se uniría luego en la 2, Antonio Banderas como el Gato con Botas (con su propio spin-off y secuela en camino); y resulta increíble saber que cada quien grabó sus diálogos por separado por la química de los personajes. Incluso en más de una oportunidad Murphy reconoció que Burro fue «de las mejores interpretaciones de su carrera».

Y como dijimos, vino a romper con varios estereotipos y construcciones preponderadas y además nos dejó escenas icónicas como el diálogo sobre Pin Pon (personaje de una canción). Luego de años de historias y películas en las que el hombre lucha contra una criatura que considera perturbadora (y los ejemplos van desde Frankenstein de Mary Shelley, «King Kong», Moby-Dick de Herman Melville, y más), esta historia nos llevó a mirar distinto, con humor y una ingeniosa vuelta de rosca al esquema clásico del que en ese entonces era difícil escaparse. 

«Shrek», 2001

Es que «Shrek» sienta sus bases en los cuentos tradicionales pero a la vez es una gran sátira de ellos, y ahí la risa juega un rol central para mover las estructuras de cómo debían ser los «finales felices», las femeneidades, las masculinidades, lo «lindo» y «feo». Y lo que cobró aún más valor, lo hizo cuando Disney estaba consagrado como emporio indiscutido en el cine de animación, con lo cual sus productos eran lo que primaba sobre qué miraban o estaba dirigido a las infancias.

Pero vayamos por partes. ¿Qué la convirtió en una de las películas más importantes de las últimas dos décadas? ¿Y cuál fue su inspiración?

El cuento que inspiró la película

Enterarnos que «Shrek» está basada en un cuento es un dato que sorprende pero a la vez realza su mensaje de crítica y a la vez homenaje a las historias de fantasía. ¿Y por qué digo que sorprende? Porque el film es original y auténtico, y eso fue lo que lo distinguió y trascendió de sus páginas.

«Shrek!», de William Steig

En 1990, William Steig (quien trabajaba como ilustrador en el medio The New Yorker) publicaba «Shrek!», historia con dibujos que es bastante diferente a lo que vemos en pantalla. Por empezar, la fealdad del ogro no sólo es un aspecto que se destaca sino que hasta su familia lo abandonó por ello, mientras que su encuentro con Burro y su amor por la Princesa (que no es Fiona) sucede tras la premonición de una bruja.

Sin embargo, la película se nutre de la escencia del libro para ir por más. En sus páginas, Shrek no se lamenta por ser quien es, y en una de las mejores partes, cuando «por primera vez se enteró de lo que era el miedo»: entra en una habitación repleta de espejos, donde comprende que «estaba más feliz que nunca de ser exactamente lo que él era».

Shrek, Burro y la metáfora de las cebollas

O como le dice Burro en la película: «Sabes Shrek, lo que me gusta de tí es que te vale madre lo que los demás piensen de ti». Aunque el protagonista vaya soltando frases escena a escena sobre su identidad -como que los «ogros son como cebollas»- y también tenga su momento de fragilidad con la luna de testigo. 

Políticamente incorrecta

Como dijimos, que una película se burlara de lo que en ese momento era «lo normal» y legitimado, ya fue una revolución. Pero además lo hizo con un estilo sumamente original, lo que la volvió un clásico que referencia y a su vez se nutre de los clásicos, los cuentos tradicionales difundidos por los Hermanos GrimmCharles Perrault y los de autor que siguieron como los de Hans Christian Andersen («La sirenita», «El muñeco de nieve» base de «Frozen»), Carlo Collodi («Pinocho»), James Matthew Barrie («Peter Pan») y la lista podría seguir.

«Shrek» cuenta la historia de un ogro solitario que vive en su pantano. Pero su aparente paz se ve perturbada cuando criaturas de los cuentos se instalan allí, luego de haber sido desterrados y desterradas de sus espacios. Para recuperar sus tierras, Shrek conoce a Burro y hace un pacto con Lord Farquaad, quien gobierna el reino: rescatar a la Princesa Fiona para a cambio obtener lo que desea. Pero el camino le dará una perspectiva diferente.

«Shrek», 2001

Así como lo que tiene de disruptiva también lo toma de clásica. Su esquema no es más que El camino del héroe, estructura que la literatura respeta desde los mitos griegos donde el protagonista tiene una misión, un compañero, un oponente, su interés romántico y el desenlace donde el conflicto se resuelve. Sin embargo, no dejó de ser sorprendente ver que la criatura destinada a ser «el malo» se vuelva un protagonista digno del título de héroe, ¿pero cómo si es feo? y ahí entra la calidad de una película que fue tan grandiosa que hasta inició una franquicia con una secuela «Shrek 2» (que hay quienes elogian más que la primera), tercera «Shrek 3», cuarta «Shrek para siempre» y hasta quinta parte, que actualmente está en desarrollo.

En «Shrek» el universo es como en los cuentos pero todo sucede de forma políticamente incorrecta, o más bien más realista. Y esa fue una decisión de sus creadores y creadoras que si bien en un momento iban a realizarla mediante animación stop-motion, creando a todos y cada uno de los personajes con plastilina, se resolvió hacerlo con computadoras (lo que les demoró cuatro años, desde el 1996) y logrando el mayor realismo posible desde los rostros, como cabellos y texturas (el pelaje de Burro fue uno de dichos desafíos).

Fiona y Burro en uno de los diálogos claves

Fiona es una princesa que tras la puesta del sol se transforma en ogra, le gustan las ratas rostizadas, no le teme a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, eructa (lo que fue improvisado por Cameron Diaz y quedó espectacular), y con su canto las aves explotan. Burro es más que el parlanchín mejor amigo que funciona para resaltar los valerosos razgos del protagonista sino más bien expone sus defectos; incluso su personaje plantea algo que resulta súper significativo para las películas: los planteos sobre la responsabilidad afectiva de un vínculo, lo que debate en una charla al pasar pero a la vez crucial junto a Fiona respecto a la dragona, que tampoco es tan temible como «debería».

«Shrek», 2001

Y si algo caracteriza la película es esa naturalidad con la que los elementos juegan a la vez roles centrales. Porque Shrek no es un personaje que busca la compasión de los demás, sino que casi por azar forjó una amistad a diferencia de los vínculos preestablecidos que nos mostraron por décadas. Fortaleza en el guion de Ted Elliott, Terry Rossio, Joe Stillman, Roger S.H. Schulman, que no redunda en la revictimización sino que nos lleva a empatizar con el protagonista desde otros aspectos. Así también innovará representando en pantalla a un personaje trans por primera vez en el cine de animación (con «Shrek 2»).

«No sabes lo que es que te consideren un monstruo, bueno tal vez sí», le dice Burro a Shrek en un pasaje. Y está entre más valores del guion, porque si algo une a todos los personajes es ese «no encajar», incluso hasta en Lord Farquaad, quien posee de los mayores complejos socialmente adjudicados a las masculinidades: su estatura.

Lord Faquaard con el espejo mágico

Entre más puntos notables, Shrek quitó el rótulo de «películas para niños/niñas» ya que su humor cautivó a miles de adultos y adultas en las salas de cine. Y además se valió de múltiples referencias no sólo de los cuentos sino de obras maestras del cine como la escena de la pelea de Fiona con Monsieur Hood al estilo «Matrix». En «Shrek 2» encontramos guiños a «El señor de los anillos», «Flashdance» y más.

Y en cada guiño y referencia abogados revisaron todos los aspectos legales para evitar un enfrentamiento con la compañía de Walt y posibles demandas.

Incluso el implementar el humor también fue hasta innovador, ya que las películas para Disney no se caracterizaban precisamente por ese recurso. Por esos años, la compañía de Mickey recién innovaba en ese género con «Las locuras del emperador» y «Monsters Inc.» (Pixar), que justamente perdió el Oscar con «Shrek» siendo la primera película de animación en obtener la estatuilla e hizo historia participando del Festival de Cine de Cannes.

Aunque si bien títulos como «Blancanieves y los siete enanitos» (1937) fue reconocida por los Premios de la Academia de Hollywood por su «innovación en el campo de los largometrajes» y «Toy Story» (1995) siendo «la primera película largometraje creada por computadora»; la terna de Mejor Película Animada no llegó hasta el 2002.

Burro en el musical final de «Shrek»

El estreno de Shrek además hizo resurgir a Dreamworks, compañía (cuyo logo de la luna aparece en la puerta del baño en la película) que comenzaría a adquirir mayor notoriedad y a lanzar reconocidas cintas y franquicias como «Spirit: el corcel indomable» (2002), «La era de hielo» (desde 2002), «Kung Fu Panda» (2008), «Cómo entrenar a tu dragón» (2010); compitiendo con la Disney por el público familiar-infantil.

¿Más Disney dentro de «Shrek»?

La adaptación del cuento de Steig -quien llegó a presenciar el éxito de su historia en el cine se concretó dado que los hijos de John H. Williams -uno de los productores del film- amaban la historia. Y en este punto, un dato particularmente significativo es que Walt Disney decide adaptar «Mary Poppins» por la fascinación que su hija le manifestó por las novelas. Aunque, bueno, no fue en los mismos términos, pero esto te lo cuento en otra nota.

En una escena, cuando Shrek y Burro entran al castillo de Duloc en busca de Lord Farquaad reciben una canción de bienvenida que según trascendió, parodia a “It’s small world”, que suena en los parques de Disney.

Shrek y Burro en Duloc

Y hasta se rumoreó que las facciones de Lord Farquaad estarían basadas en Michael Eisner, en aquel entonces, directivo de Disney. Aunque otras fuentes aseguran que estaría inspirado en Ricardo Tercero interpretado por el actor Lawrence Oliver en la película «Richard III» (1955).

Ricardo Tercero interpretado por el actor Lawrence Oliver
20 años después…

Shrek es el único personaje animado que cuenta con su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en Los Ángeles (ciudad que es replicada en el reino de Muy muy Lejano en «Shrek 2»). Es considerada por un ranking de la American Film Institute (AFI) entre las 10 mejores películas de animación y la película fue declarada en 2020 como patrimonio nacional de Estados Unidos.

Mike Myers y Antonio Banderas con Shrek en el Paseo de la Fama

Pasó el tiempo y aunque pueda haber detalles por revisar, «Shrek» nos regaló con humor, diálogos que hasta hoy nos acordamos, personajes entrañables y referencias icónicas de la cultura, películas y cuentos; una mejor versión no sólo de cómo se pueden desarrollar nuestras historias sino de quiénes somos y podemos ser. Por Antonella Morello, By FiloNews.

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