Este inmenso y misterioso agujero negro yace en el centro de nuestra vía láctea, el cual desde su descubrimiento ha sido foco de estudio.
Desde su hallazgo en febrero de 1974 no ha dejado de ser estudiado y admirado, ya que este cuenta con una masa de 4 millones de veces la del sol.
Hace 2 décadas se realizan estudios en los cuales se analizan las orbitas de las estrellas más cercanas a este y también las estrellas en los extremos de la vía láctea ó agujero negro con el fin de entender más sobre el fenómeno que duerme en el centro de nuestra galaxia. Uno de los factores que despertó la duda si realmente allí se encontraba un agujero negro fue cuando una estrella en su punto más cercano a Sagitario A* se comportó de una forma muy extraña. En ese momento se estiró y deformó para luego retomar su forma original, esto hace pensar que si realmente se tratara de algún agujero negro, entonces no sería este su comportamiento.
Luego de los estudios realizados en las estrellas, los resultados indicarían que tal vez allí se encuentra una masa de materia oscura y no un agujero negro como creíamos. Aunque esto no se puede confirmar en un cien por ciento, lo más probable es que esta vez tengamos razón sobre la verdadera identidad de Sagitario A*.
La materia oscura ó agujero negro es uno de los misterios más grandes que tiene nuestro universo y debido a esta los astros pueden verse afectados tanto en su velocidad como en su forma. Esta materia es tan misteriosa que incluso no emite casi radiación, haciéndola muy difícil de detectar.
Los estudios no han cesado y los expertos piensan en seguir investigando hasta confirmar lo que sucede en el centro de nuestra misteriosa y emblemática galaxia, que seguramente tiene otras grandes sorpresas. Por Alexia Dursi
