Las Trump Towers en Sunny Isles Beach, en Florida son tan llamativas en su estructura que atraen la atención de los curiosos y turistas. Antes de llegar a la presidencia, Donald Trump, firmó un acuerdo para nombrar la propiedad con su nombre y así promover las ventas.
Tras este escenario, los compradores extranjeros, especialmente de Rusia, acudieron masivamente a las Trump Towers, como ha ocurrido con otras propiedades de la marca Trump. Por lo que la ciudad de Sunny Isles Beach, ha sido apodada por los lugareños como la «Pequeña Moscú», debido a la gran afluencia de inmigrantes rusos.
Esta suerte de extensión de su país, alberga las riquezas de los oligarcas rusos en cuanto a bienes raíces y otros lujos. Según el medio especializado en finanzas, Business Insider, el estado de Florida ha sido un lugar donde más propiedades rusas se han comprado en Estados Unidos.
Entre los inmuebles favoritos de los rusos, se encuentran las tras famosas torres del expresidente, que ofrecen unas maravillosas vistas al mar.
Sin embargo, esta vez una situación anormal dentro de las instalaciones, llamó la atención de la Oficina Federal de Investigaciones. Las autoridades del FBI tenían en la mira un departamento donde se alojaban dos ciudadanos.
El organismo de seguridad en asistencia de la policía local, ingresó al piso 41 del rascacielos hasta la unidad 4102 con una orden de allanamiento. Las autoridades se enteraron gracias a los registros del estado de Florida, que este condominio estaba a nombre de una companía fantasma llamada MIC-USA LLC.
Esta firma es gerenciada por dos empresarios rusos identificados como Oleg Sergeyevich Patsulya y Agunda Konstantinovna Makeeva.
Los dos sospechosos adquirieron la residencia hace más de una decada por 1.65 millones de dólares. Según los registros de propiedad de Miami-Dade, en el año 2020, BAC Florida Bank, financió a estas dos personas para la compra del apartamento.
Sin embargo los rusos fueron demandados por el banco siete años después, ya que no pagaron la hipoteca de 975,000 dólares. A pesar de que este problema legal llegó a su fin, se desconoce como con estos antecedentes, la compañía ficticia seguía como propietaria del condominio en en la Trump Tower III.
Sin comentarios del caso
Roza Pereira, esposa de Oleg Sergeyevich Patsulya, emitió unas breves palabras sobre el suceso, ya que su marido y el otro involucrado no pudieron ser contactados.
Pereira, quien también figura en la documentación de la compañía fantasma, aseguró al diario Miami Herald que estaba al tanto de las investigaciones del FBI.
«No puedo hablar de eso, el abogado dijo que no hablara con nadie. No tengo idea de qué se trata», agregó.
Temor en las Trump Towers
Un portavoz del FBI indicó a medios locales, que el allanamiento se realizó por órdenes de la Corte, sin embargo, no ofreció más detalles.
El hermetismo en torno a este caso ha dejado a la comunidad rusa, que habita en las torres, con un mal sabor de boca y con una inquietud latente.
Habitantes del lugar temen que el conflicto y las sanciones impuestas a su país, pueda obligarlos eventualmente a tener que dejar su vida de lujo en Estados Unidos.
