En su quinta visita al país, el legendario beatle se presentará el Sábado y Domingo en el Estadio Monumental de Buenos Aires y el 23 de Octubre en el Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba.
La llegada de un beatle a Argentina siempre genera un gran revuelo musical. Sir Paul McCartney arribó desde Montevideo, donde inició esta etapa del Got Back Tour. Es la quinta vez que el bajista visita el país, más de tres décadas después de su primera vez, con la misma pasión renovada. El Sábado 5 y Domingo 6 de Octubre hará vibrar a sus seguidores en el Estadio Monumental con más de treinta canciones y casi tres horas de espectáculo, y el 23 de Octubre será el turno de Córdoba, en el Mario Alberto Kempes. Mientras tanto, espera en la tranquilidad de su hotel, mientras sus fanáticos intentan controlar la ansiedad y los nervios.
El músico de 82 años llegó en la madrugada del miércoles, en un despliegue digno de las grandes estrellas. Una flota de vehículos de lujo y estrictas medidas de seguridad lo trasladaron al hotel Four Seasons en Recoleta. Desde entonces, comenzaron a circular los clásicos rumores sobre sus curiosos pedidos, esas excentricidades reservadas para las grandes estrellas del espectáculo, y pocas lo merecen tanto como él.
Según se ha informado, McCartney viaja con su chef personal, encargado de preparar menús vegetarianos no solo para él y su esposa, Nancy Shevellhttps://www.infobae.com/historias/2022/06/17/las-mujeres-de-mccartney-infidelidades-su-gran-amor-un-divorcio-escandaloso-y-la-esposa-que-aceptaron-sus-hijos/, sino también para su equipo. Entre sus solicitudes alimenticias se encuentran una variedad de frutas de temporada y verduras, incluyendo repollo chino y Cavolo Nero. Además, ha pedido 50 filetes de “pollo falso”, 60 salchichas vegetarianas, hamburguesas veganas, tofu y arroz integral. En cuanto a las bebidas, su lista incluye una selección de leches que va desde la de vaca hasta alternativas vegetales como avena, soja, arroz, almendra y coco.
El autor de “Yesterday” también ha solicitado bagels al estilo neoyorquino, barras de chocolate y alimentos orgánicos. Su selección de bebidas es igualmente variada, incluyendo agua mineral italiana, té japonés, cervezas de diferentes marcas, licores, vinos y tequilas. Además, uno de sus requerimientos habituales es un piano en su habitación de hotel, lo que le permite tocar en su tiempo libre. También se ha mencionado que el bajista planea repetir la experiencia de 2019, cuando en su última visita al país se lo vio paseando en bicicleta por Palermo.
Mientras tanto, sus fanáticos se congregan en la vereda del Four Seasons con la esperanza de verlo pasar, asomarse, o al menos respirar el mismo aire que la leyenda británica. Cualquier camioneta con vidrios polarizados o cualquier hombre vestido de negro podría estar relacionado con el universo de McCartney, a quien aún no se ha visto en las calles de la ciudad.
Habrá que ver si en las próximas horas el autor de “Live and Let Die” se anima a recorrer los circuitos turísticos habituales de Buenos Aires. Dada su militancia vegetariana, las parrillas clásicas están descartadas. ¿El mercado de antigüedades de San Telmo? ¿Algún club de tango? Su conocido espíritu jovial y la vitalidad que mostró en Montevideo sugieren que no se quedará todo el tiempo tocando el piano en su habitación. Y aunque suene a un deseo, sus fanáticos no pierden la esperanza.
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