El voto latino se ha vuelto un factor cada vez más crucial en las elecciones de Estados Unidos, debido al rápido crecimiento de esta población. Tradicionalmente, los votantes hispanos han apoyado al Partido Demócrata, aunque este respaldo ha disminuido en los últimos ciclos electorales. Grupos como los cubanoamericanos en Florida, por ejemplo, han mostrado una tendencia hacia el Partido Republicano, alineándose más con los valores conservadores.
Las campañas de Kamala Harris y Donald Trump están plenamente conscientes de la importancia del voto latino en los comicios del 5 de noviembre, especialmente en estados clave como Arizona y Georgia, donde esta comunidad podría ser decisiva para definir quién será el próximo presidente. La abogada y analista republicana Marili Cancio señaló la importancia del voto hispano, destacando el crecimiento constante de esta comunidad, que se estima que alcanzará los 36 millones de votantes en las próximas elecciones, según el Pew Research Center.
Por su parte, la abogada demócrata Isadora Velázquez enfatizó que el voto hispano será fundamental, especialmente en estados como Florida y Arizona, donde podría definir el resultado final. A nivel nacional, los estados con una gran población latina como Nuevo México, California y Texas juegan un papel crucial en las elecciones, ya que un porcentaje considerable de sus votantes son de origen latino.
Según Simón Ferro, exembajador y analista demócrata, aunque el voto hispano no siempre se mueve como un bloque uniforme, tiene una influencia significativa en ciertos estados, lo que ha llevado a ambas campañas a enfocar sus esfuerzos en atraer a estos votantes.
Desde la perspectiva republicana, Jaime Florez, director de comunicaciones en español de la campaña de Donald Trump, destacó que el voto hispano no solo será clave para la presidencia, sino también para definir las mayorías en el Congreso. Los estados pendulares como Arizona, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia son especialmente importantes en este aspecto, debido a su creciente población latina.
En resumen, el voto latino sigue siendo un campo de batalla crucial para ambos partidos en Estados Unidos, y su creciente participación puede definir el futuro político del país en los próximos años.