
En el marco de una baja del consumo que ronda el 30% a nivel país, cerraron dos cervecerías artesanales que supieron ser referentes del boom cervecero porteño y estaban ubicadas en zonas de alto poder adquisitivo.
Ambos cierres se produjeron de manera reciente y a muy pocas cuadras de distancia. Una de las cervecerías artesanales que bajó la persiana es Buena Birra Social Club, que estaba ubicada en Zapiola 1353, Colegiales, y anunció el cese de sus funciones en su cuenta de Instagram.
“Han pasado unos días ya del cierre de nuestro querido bar, que nació desde las redes sociales, de ese boca en boca y duró casi 15 años. Estamos orgullosos de este lugar con tanta magia que hemos logrado crear y que tanto disfrutamos”.

La otra cervecería que cerró sus puertas es Cervelar Belgrano, que supo funcionar en Vuelta de Obligado 2391 y no publicó ninguna información en sus redes sociales, aunque en Google la usuaria Bel Alcañiz constató su cierre: “El Sábado 12/07/25 figuraba abierto en Google maps pero cuando llegamos estaba cerrado. Creo que es de manera permanente así que antes de concurrir consulten en el IG”.
El problema que afrontan las cervecerías artesanales es que actualmente venden en pesos un producto que es elaborado con insumos dolarizados. A modo de ejemplo, en la Argentina se produce malta: pero se trata de un commodity cuyo precio es fijado por la bolsa de Chicago, por lo que su valor tiene un precio internacional.

Para tomar como referencia, un ingrediente fundamental para la cerveza, como es el lúpulo, se produce en el país, pero apenas alcanza para cubrir el 20% de la demanda de las cervecerías, mientras que el 80% dede ser importado. Completa es circulo vicioso la levadura, que en muchas ocasiones suele llegar a nuestro país procedente de Inglaterra o Alemania.
Frente a este panorama, las cervecerías artesanales argentinas están intentando elaborar los estilos que más productivos les resultan, como las cervezas rubias o livianas en detrimento de las denominadas “lupuladas”, que son más amargas.
“Los estilos clásicos vuelven a tener preponderancia, empujados por el menor costo y el fin del auge artesanal”, explican desde una cervecerías artesanal que tiene varias sedes en CABA”.(NA)
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