Por más que haya leído cuanto libro de metafísica cayó en mis manos, sumándole los cinco de budismo Zen que me morfé tras haber leído algo de filosofía china, hay algo que, siempre, es más fuerte que yo, soy argentino. Asi, que, cuando el pasado sábado me encontré con Mario, el de la casa de artículos de limpieza, y un bostero de pura cepa, en vez de cerrar la boca, no tuve la mejor idea que olvidar todo lo que había leído para que mi argentinidad abriese la boca “¡qué hacés resucitado! Hasta no hace mucho lo querían colgar a Arruabarrena y, ahora, en cualquier momento, pasa a ser mejor que “El Virrey”.
Mientras me iba preguntando para qué carajo hablé, Mario me respondió: “¡A nosotros no nos podés dar nunca por muertos, papá! ¡y te digo más, en no mucho tiempo más vamos a tener nuestro propio cementerio. Porque nosotros somos y seremos bosteros aún después de muertos!¡Ese día, traslado los restos de mi viejo y los de miabuelo. Ya vas a ver!”.
Cerré el pico. Le hice el pedido. Y, para cambiar de tema, le recordé que un día me tengo que ir hasta el negocio, para escribir una nota que tengo pendiente, desde el día que me dijo que había 45 tipos diferentes de toallitas íntimas femeninas. Mientras volvía para casa, me quedó rebotando en el marote lo de las 45 toallitas, y lo del cementerio exclusivo para hinchas de Boca.
De concretarse, lo primero que dirán los hinchas de los otros clubes –incluido este cronista-, es que los “Bosteros” son unos “muertos”. Perdón por el chiste fácil, no pude evitarlo. Lo que tampoco puedo evitar, es detenerme en esta cuestión del “marketing” que, con la excusa de lo exclusivo para nosotros, nos intenta vender hasta una parcela en el cementerio, y, como en el caso de Mario, con lo de su viejo y su abuelo, hasta para los que ya murieron ¿A quién se le ocurrió cambiar de tumba después de crepar?¿Conocen a alguno?
Bueno, si se le ocurrió, habrá sido a su alma y, salvo Patrick Swayze en “Ghost”, que se comunicaba con Demi Moore a través de Whoopi Goldberg, no sé de nadie que haya vuelto del más allá para hacer algún pedido. Mucho menos del tipo, “Che, vieja, este cementerio no me gusta. No me buscás algo más copado. Averiguá bien, me enteré que Boca está por abrir uno”. Ya me veo a algún vidente vendiendo parcelas en el “Más allá”, como si fuese un lugar del que te podés cambiar a otro como de gimnasio, o, peluquero.
Eso sí, con el verso de lo exclusivo, pagarían los de más acá. Siguiendo con los que sí tenemos posibilidad de comprar-los que estamos vivos-, y continuando con el ejemplo de Boca, el mundo a comprar, parece ir en camino de un universo único, cada vez más personal y exclusivo para vos. “Sí, para vos, que si comprás esta pantalla plasma de 150’’ de Flautasonic con el Real MACH System que provee niveles de gradientes, contraste y defi nición, ajustables a “tu” ojo, para que veas como sólo a vos te gusta, el mundo será como sólo vos lo veras”.
Lo que el tipo no ve, es la fábrica donde los “Flautasonic” salen de a miles, como chorizos electrónicos y, como cada cosa exclusiva que solemos comprar. Pero, si en verdad siguiéramos el patrón del cementerio y lo lleváramos al extremo, deberá haber cementerios privados para cada equipo, para cada deporte y para los que odian cualquier deporte.
Solo que, si nos ponemos más exclusivos, más individualistas, hay hinchas que, además son kirchneristas, anti Ks, peronistas, peronistas K, radicales, radicales K, macristas, massistas, conservadores y ni hablar de la izquierda argentina- más divididos que ellos-, tendría que haber taxis, bares, cines, restaurantes, etc., para hinchas de Boca peronistas, de Boca radicales y, así, para cada nueva subdivisión política, y cada 4 años –según la rosca-. Olvidé también los signos del zodíaco, hay signos que son incompatibles.
Por lo cual, para cada hincha de un club con una ideología, tendremos que abrir doce subdivisiones: de Boca-peronistas-aries, Boca, peronistas-tauro, etc. Solo que, siendo más minuciosos, ¿dónde vivirá esta gente para estar acorde a sus preferencias? Obvio, barrios privados. Pero, a no todos les gustan las casas. Por tanto, crearemos tantos barrios como tipos de edificación exista para cada una de las características anteriores y ya está.
No, no está. Olvidé los estados civiles. ¿Cómo pude olvidarme de los solteros y los casados y, dentro de los últimos, a los que tiene hijos? Creo que estoy en problemas, no todas las parejas son hinchas del mismo equipo. Quizás se pueda resolver con matrimonios cama afuera y barrios para esposas y esposos de distinto equipo. Pero, también los hay de distinto equipo, ideología, signo… ¡Basta!
Me superó! Acabo de acordarme de las distintas elecciones sexuales, y, ni hablar de eso que, con lo de “50 sombras…”, andan todos como locos. Y todo esto, sin contar que agregaron un nuevo signo zodiacal.
Paro acá. Mañana lo llamo a Mario que el cementerio de Avellaneda queda más cerca , que no rompa las bolas, y que deje que los muertos descansen en paz. Disculpen, creo que tengo que volver a leer sobre el budismo .
